¿Cuándo era la última vez en que visitaron un club musical? ¿Notaron las caras de las personas allí? ¿Eran distintas, ¿verdad? Esto es lo que tratará de mostrarnos la exposición Las caras de la Sofía nocturna que se inaugura el 16 de enero en el corazón de la ciudad, en el muevo espacio del Mercado central en la capital búlgara. Fue creada por el equipo de la plataforma "Лицата. бг" y en palabras de los propios organizadores incluye 20 + imágenes fotográficas en formato grande, que son obra de siete autores. 

“Les presentamos fotografías de conciertos. Todo es del podio, no hay fotos tomadas detrás del escenario, no hay retratos”, precisa para BNR Radio Sofía Ivanichka Kiuchukova, periodista musical, fotógrafa y promotora de la idea de la exposición. Las fotografías fueron tomadas en Sofía, en 2024, y su objetivo es mostrar la otra cara de la ciudad que cambia cada noche junto con el acelerado pulso de los artistas y de su público. “Las caras de Sofía y la música que se escucha por la noche son algo importante para mí y para la propia ciudad”, dice convencida Ivanichka. 

“Ya vivo la mitad de mi vida en esta parte del día, cuando veo las distintas caras de Sofía, el público y los artistas, las personas que tienen prisa después de la puesta del sol, no de regresar a casa, sino de llegar al lugar donde alimentan sus almas. La sensación es muy diferente”, dice Ivanchka Kiuchukova en una conversación con Lili Goleminova. “Entonces Sofía comienza a sonar de otra manera, a bailar, a moverse de otro modo. Las personas que se permiten buscar este alimento con frecuencia salen por la noche, saben que la sensación en las calles es muy diferente. Es muy interesante recolectar “momentos congelados”, fotografías de esta emoción algo oculta de la ciudad, cuando el público tiene otra expresión, distinta de la que vemos en el transporte público, cuando va al trabajo, y los artistas, gran parte de los cuales también trabajan algo estándar, por la noche se convierten en otras personas: se ponen la ropa escénica, sacan su talento ante los ojos de los demás y se funden con ellos”, dice ella. 

De esta manera nace la banda sonora de la gran ciudad, música de distintos clubes, grandes y pequeños, en las calles capitalinas, en parques y jardines y todo tipo de lugares para conciertos. De repente la capital se convierte en una ciudad europea cosmopolita que le agradaría a cualquiera. “Esto sucede a cusa sobre todo de los artistas y los organizadores cada vez más ingeniosos y del saber hacer que entra en Bulgaria desde el extranjero. Se organizan conciertos en recintos poco típicos, aparecen nuevos lugares con podios para música en vivo. Grandes artistas buscan pequeños locales para sus conciertos para tener un contacto más directo con el público en estos pequeños recintos”, agrega Ivanichka Kiuchukova.  

La exposición se puede ver hasta el 30 de enero y muestra fotografías de estrellas mundiales que actuaron en los podios búlgaros el año pasado como Thom York, Judas Priest, Editors, Kovacs, pero el acento recae en los artistas búlgaros. “Muchas de las fotografías se han tomado en pequeños clubes, en lugres estrechos, sin luz, en las auténticas condiciones en las cuales las personas y los artistas se divierten y se convierten en un todo”, reconoce Kiuchukova. 

“En realidad en el foco de esta selección de fotografías está la emoción, que es la protagonista principal, lo que pueden recibir las dos partes si se reúnen en el mismo lugar”, dice la búlgara y reconoce que el mayor objetivo del equipo de "Лицата.бг" es:

“Lograr que las personas retomen el gozo más lento de estos aspectos de la vida que están fuera de lo que hacen cada día. Debemos darnos más tiempo para escuchar música, leer música, ver música y para entregarnos a los placeres, algo que es difícil en el día a día, incluso para nuestro equipo. Estamos seguros de que uno está obligado a regalarse este tiempo sin importar cuándo será, incluso por la noche, incluso si debe privarse de media hora de sueño para leer algo dicho por los artistas ya que ellos son personas de una sensibilidad excepcional. Ellos pueden abrir un mundo distinto del nuestro y pueden trasladarnos en él y de ellos podemos tomar la sensibilidad que nos hace falta. Para mí esto es sumamente valioso”.  

Fotos: Facebook /Иваничка Кючуков, licata.bg, Rumiana Gueorguieva 

Traducido y publicado por Hristina Táseva