La salida al mercado libre de la electricidad, prevista para el 1 de julio de este año para los abonados domésticos, no tendrá lugar, según han decidido los diputados mediante enmiendas a la Ley de la Energía en primera lectura. Antes de la aprobación definitiva de los textos, un grupo de trabajo determinará cuántos años debe aplazarse la liberalización.

Según Dragomir Stoynev, presidente del grupo parlamentario BSP-Izquierda Unida, la supresión de los precios regulados provocaría graves problemas sociales y conllevaría el riesgo de una fuerte subida de precios. El Partido de Izquierda propone un aplazamiento de dos años, mientras que Hay Tal Nación sugiere cinco. La propuesta de un plazo mayor, de 10 años, incluida en el proyecto de ley del partido Renacimiento, fue rechazada en la sala plenaria.

Radoslav Ribarski, de la coalición Continuamos con el Cambio - Bulgaria Democrática, expresó su preocupación por la falta de medidas "en relación con el mecanismo de compensación para proteger a los hogares con escasos recursos energéticos". Añadió que "la liberalización del mercado minorista se pospone, mientras que la del mercado mayorista probablemente se producirá a partir del 1 de julio de 2025".