Hace algún tiempo Diana Dafova ofreció a los amigos de Radio Bulgaria algunas canciones muy recientes que estaba preparando para su nuevo álbum, denominado Un Mundo en armonía, y que ya ha ocupado su lugar entre las colecciones de sus fans.
“Estuve trabajando dos años sobre este álbum. Para mí es importante que cada canción tenga su valor, nunca me apresuro. Vierto muchos pensamientos en mi música y mucha información que recopilo durante mis viajes por el mundo. Combinar diferentes culturas y géneros musicales requiere tiempo. Habitualmente, me toma mucho tiempo analizar el material que quiero incluir para poder recrearlo a través de mi propio punto de vista artístico. En mi opinión, sólo esto tiene sentido. Una gran parte de mis canciones las creo después de regresar de algún lugar interesante en el que me haya podido cargar de nuevos conocimientos sobre las tradiciones locales. En mis álbumes anteriores hay elementos de la música india, italiana, japonesa, de los indios norteamericanos, hawaiana. Conozco a un gran humanista que es vietnamita y vive en Houston. Gracias a mi amistad con él, nació una composición con letra suya en vietnamita y en inglés. La música tiene elementos de su cultura nacional. Dediqué mucho tiempo a aprender a cantar en vietnamita, ya que la pronunciación es muy diferente y articular de manera correcta es de gran importancia. Canto en 16 idiomas. En mi último álbum hay una nueva canción, Emang, que interpreto en el idioma de la tribu Zulú. El nombre de la canción significa “defiéndete a ti mismo”. Hace tiempo me encontré con un grupo de cantantes en la orilla del rio Zambeze. Sus voces eran extraordinarias. Les pedí permiso para grabarles y ellos me lo dieron. En mi canción podrán escuchar sus voces”.
Una de las canciones más conocidas de Diana Dafova también nació hace algún tiempo durante un viaje. Esta vez en Estambul. Cruzando la ciudad en coche, la cantante veía por todos lados una palabra escrita con letras grandes, probablemente un anuncio. Pensó que esto podía ser una señal del destino. Más tarde se interesó qué significaba la palabra “carisma”. Esta búsqueda y meditación sobre la belleza espiritual inspiraron no sólo la canción Carisma, sino también todo un álbum que lleva el mismo título.“Mi música es lo que soy como persona, no hay un linde, no hay otra cara. Crear, sin tener en cuenta la coyuntura, las condicionalidades y las reglas comerciales, significa andar por senderos vírgenes. No me considero una hija predilecta del destino por interpretar y crear las canciones que quiero. Opino que es un privilegio. Toda persona con semejantes convicciones tiene que pagar un precio. Siento satisfacción y en cierto modo estoy orgullosa de crear un arte propio. Hace años dejé de escribir y cantar por un periodo de tiempo bastante largo. Asumí el riesgo de encontrar la imagen fiel de mi música. El talento es un don de Dios, pero debemos desarrollarlo utilizando nuestra personalidad”.
Diana Dafova ha sido invitada con sus programas a decenas de países en tres continentes. Es portadora de premios prestigios, uno de los cuales es la estatuilla del más antiguo festival de cine de EEUU, Remi. La ganó en la categoría de mejor concierto en vivo. En el espectáculo participaron intérpretes búlgaros que ella suele invitar a participar en sus proyectos: cantantes de música folclórica, un trío ortodoxo masculino, un pequeño conjunto de ballet de la Ópera Nacional. En las canciones de Diana Dafova, muchas veces, se entrelazan ritmos folclóricos búlgaros que ella utiliza con mucho cuidado. “Para mí la música folclórica es como una perla. Uno debe saber dónde y cómo ponerla en el collar de sonidos modernos”.
Versión en español por Ruslana Valtcheva