Hace una semana, en las finales del XXX Campeonato Europeo de Gimnasia Rítmica, en Bakú resonó el himno nacional de Bulgaria provocando orgullo y júbilo en el corazón de todo búlgaro. Este éxito fue el motivo por el que nos dirigimos a la entrenadora principal de la selección nacional de gimnasia rítmica, Ina Ananieva, para conocer su comentario de la actuación de las gimnastas búlgaras en la capital azerí y pedirme  información sobre sus planes para el futuro.

Bulgaria se agenció tres medallas en Bakú. Una de ellas, de oro,  fue conquistada por el conjunto nacional, dejando incompleta colección de oro de la selección de Rusia que, de los nueve juegos de medallas por las que compitieron las participantes, se llevó ocho de las de oro. La brillante actuación de las muchachas búlgaras en el ejercicio con cinco pares de mazas, su excelente técnica y su magnífica coordinación fueron valoradas dignamente por el público y por el jurado, que le adjudicó la medalla de oro. El fogoso ejercicio del conjunto con pelotas y cintas hizo que el público se pusiera de pie para aplaudirlo pero, lamentablemente, fue distinguido por el jurado con la medalla de bronce. Otra medalla de bronce conquistó para Bulgaria Boryana Kalein en las sub dieciocho. La competencia en Bakú, en la que participaron las mejores gimnastas de Europa, ha sido de especial importancia puesto que es señalada como un arranque de prueba de cara a los Juegos Olímpicos de 2016. En estos momentos las gimnastas búlgaras se encuentran en un campamento para reposar y recuperarse, luego de lo cual, a partir del 1 de julio, comenzará su preparación para las próximas competencias, no menos importantes. Las espera un verano muy intenso:

“Siempre nos planteamos objetivos muy altos. Siempre aspiramos a las medallas, comenta Ina Ananieva, su principal entrenadora. A comienzos de agosto competiremos por la Copa Mundial en Bulgaria. Esperamos con impaciencia esa prueba porque por tercer año consecutivo las gimnastas búlgaras se agencian el preciado título de campeonas mundiales. Luego tendremos otra Copa Mundial en Kazan, más el campeonato Mundial en Izmir, a finales de septiembre”.

Los éxitos de las gimnastas búlgaras demuestran que en el deporte, aunque sean tiempos de crisis, con voluntad, ambición y apoyo por parte de la Federación Nacional, los esfuerzos rinden resultado.

“Estamos muy agradecidas a la Federación Búlgara de Gimnasia Rítmica en la persona de Iliana Raeva, que nos ha garantizado un ambiente tranquilo para poder prepararnos y entrenar. Cabe señalar que Iliana Raeva es una gimnasta de la generación de las llamadas “Chicas de Oro” que con sus triunfos en los años 80 y 90 convirtieron a Bulgaria en país líder en este deporte. Nos han sido garantizados los medios económicos que necesitamos y no tenemos quejas. No hay copa mundial ni competencia a la que hayamos pedido ir y se nos haya denegado financiación”, comentó Ina Ananieva, actual entrenadora principal de la selección búlgara de gimnasia rítmica.

¿Cómo ve la Sra. Ananieva el desarrollo de la gimnasia rítmica búlgara en el futuro próximo? ¿Podrá recuperar su brillo de antaño?

“Esperamos que esto suceda. Esperamos que las gimnastas de la actual selección sirvan de modelo a las niñas que van formándose en nuestro deporte en las escuelas y clubes por todo el país. Después del éxito que obtuvimos en Montpellier se produjo una fuerte afluencia de aficionadas a nuestro deporte, destaca Ina Ananieva. En la actualidad las gimnastas que compiten de forma individual están progresando mucho. Todos creían que después de que la mejor gimnasta búlgara de los últimos años, Silvia Miteva, pusiera fin a su carrera, se produciría una pausa o un vacío, pero creo que nuestras gimnastas se han clasificado muy bien en Bakú, algunas de ellas incluso han ganado medallas en la competencia individual, algo que no había ocurrido desde 2008, de manera que creo que la gimnasia rítmica de Bulgaria se desarrolla y registrará éxitos aún mayores.