En casi todas las orquestas del mundo tocan intérpretes búlgaros que son altamente valorados en el extranjero tanto hoy en día, como en el pasado cercano. Uno de los representantes de la “época dorada” de violinistas búlgaros es el catedrático Georgi Badev que acaba de celebrar su 75 aniversario. En la víspera de su fiesta personal el maestro recordó su infancia y nos contó sobre su primer profesor de violín, su tío materno, Petar Hadzhiangelov.

“Era el único pedagogo de violín en Vidin, tenía muchos discípulos, fue uno de los creadores de la orquesta sinfónica local y su concertino. De profesión era jurista. Yo tenía la oportunidad de atender los ensayos de la orquesta y conocer en detalle muchas obras maestras musicales. Además, la Orquesta de Instrumentos de Viento de la ciudad de Vidin, bajo la batuta de Borislav Mijailov ofrecía conciertos en el Parque del Danubio. Era una especial forma de gozo estético, y para los niños era una excelente oportunidad de conocer la música”.

Importante papel para el desarrollo de Georgi Badev tuvo el gran profesor de violín Vladimir Avramov.

“Estaba invitado a conocer al catedrático Avramov en la casa del director de orquesta Borislav Mijailov. Ahí habían preparado una excelente comida con manjares deliciosos y de postre había tarta. Toqué algo para el catedrático. Mi tío materno me había ofrecido su violín que era bastante grande para mí. Al terminar, Vladimir Avramov dijo: “Le doy mi trozo de tarta a Georgi porque hoy ha tocado muy bien”. Aquellas palabras suyas se convirtieron en decisivas para mí elección. Avramov le recomendó a mi padre a trasladarnos a Sofía. Era complicado encontrar alojamiento en aquellos tiempos. Por suerte, mi tía vivía en el mismo edificio que el catedrático y para ir a clases yo tenía sólo que bajar por las escaleras”.

Como estudiante de Vladimir Avramov el joven Georgi Badev se graduó por la Academia Nacional de Música. Se convirtió en laureado de algunos de los más prestigiosos concursos, entre los que es el Queen Elizabeth. Uno de los requisitos del concurso es la interpretación de una sonata de Eugène Ysaÿe, y el tour final consiste en interpretar, acompañado por una orquesta, un concierto nuevo, teniendo el candidato una semana de tiempo para prepararse.”Fue muy emocionante para mí, porque el jurado estaba compuesto por algunos de los más famosos violinistas del siglo XX. Me convencí en las palabras de mi profesor que cuanto más extraordinaria es una persona, tanto más modesta suele ser”, recuerda Georgi Badev que ha tenido la oportunidad de conocer de cerca a Isaac Stern, uno de esos grandes músicos, con quien hizo una especialización. Por algún tipo de coincidencias raras, esta vez también Georgi Badev vivía muy cerca de su profesor.

Versión en español por Ruslana Valtcheva