Desde 1984 hasta la fecha, a finales de verano, en Sozópol se celebra el Festival “Apolonia”, un evento cultural importante y favorito del públicoseducido por el arte. Este año el Festival será inaugurado el 28 de agosto. Pintores, músicos, directores, actores, poetas y escritores se dan cita en la bella y antigua villa para presentar lo mejor de la producción cultural actual. En el Archivo Sonoro de Radio Nacional de Bulgaria se guarda una entrevista con el fundador del Festival, Dimo Dímov, en la que este reputado violinista búlgaro, recuerda cómo empezó todo.
“En el momento en que la idea de “Apolonia maduró”, la música estaba puesta a la altura de las demás artes. Volviendo la mirada atrás, me doy cuenta de que no fue casualidad el que nunca “tiré la manta” hacia la música. Creo que he hecho bastante para mí y para la música; y esta unión dela gente del arte, esta emancipación, especialmente en aquellos tiempos antes de los cambios democráticos, fueron muy importantes. No sé hasta qué punto me daba cuenta de que la gente consebía el Festival como emancipación pero creo que en esta búsqueda de contacto, en este intercambio de ideas y en el compartir en el arte había una protesta. Es algo que, a mi modo de ver, Apolonia consiguió conservar a lo largo de los años. En aquel entonces el espíritu libre estaba reprimido y quien abría la botella, a veces era destruido por el espíritu. Ahora el espíritu libre depende sólo de nosotros, eso espero, y creo que puede encontrar su expresión mucho más fácil. Creo que una garantía para preservar la pureza de las cosas son los artistas jóvenes, que se forman no sólo en el país sino que crecen en el extranjero. Nosotros intentamos ofrecerles un espacio donde puedan manifestarse, y en este diálogo permanente nace lo bonito”.
En 2014, “Apolonia” celebró su 30º aniversario con un programa rico. Uno de los aspectos destacados de ésta fue el concierto en memoria del gran cantante de ópera Nicola Guiuzélev. En 1984 él inauguró el Festival de las Artes en el anfiteatro de nueva construcción de la ciudad con las palabras: “¡Cuiden este festival!”. A lo largo de tres décadas, el Festival no sólo fue conservado sino que, a pesar de las dificultades, aporta al desarrollo de Sozópol, a la atmósfera especial que llena a todos que lo visitan y convierte a la hermosa villa costera en un centro cultural donde se dan cita el teatro, la música, la literatura, el cine, el ballet, las artes plásticas, la arquitectura...
“Si hace 30 años, los vecinos de Sozópol nos miraban de una manera poco agradable, ahora esperan impacientes que vayamos a la ciudad y organizar nuestros eventos – dice Margarita Dimitrova, directora artística de Apolonia –. Sozópol se convirtió en un centro cultural y turístico. Creo que el impulso para ello fue dado por “Apolonia”. Cada año tratamos de presentar lo mejor, lo más curioso”.
La poetisa Mirela Ivanova, una de las participantes frecuentes en esta festividad de las artes, dijo en ciera ocasión que Apolonia semeja una mujer que ha extendido su cabello largo por toda la villa. A inicios de su cuarta década, el Festival de las Artes “Apolonia”sigue fascinando y atrayendo al igual que una mujer hermosa junto a la orilla del mar, que inspira un cuadro, un poema o dedicarle un tema musical.
Versión en español por Daniela Radíchkova
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