Hace 19 años, Iván Stanchov, embajador de Bulgaria en Londres, creaba una fundación para socorrer a los niños con necesidades especiales. Le puso por nombre el de su prima Carine, quien había sido aquejada por una parálisis cerebral pero tenía un gran corazón y siempre se desvelaba por los prójimos.

Así la casa familiar de Stanchov, en el jardín Marítimo de Varna, se convirtió en la Casa de Carine y en ella Stanchov reunió un pequeño equipo de especialistas quienes, con la asistencia de colegas suyos de gran Bretaña, fueron estudiando los métodos terapéuticos más avanzados. Gracias a su carisma y su fuerte motivación, Iván Stanchov consiguió interesar a donadores y correligionarios en su causa. Actualmente suman 150 los matrimonios que acuden a la Casa de Carine. Los atienden 50 especialistas profesionales, y en 47 ciudades de Bulgaria se  imparte formación en la llamada intervención precoz. Recientemente la fundación fue distinguida con el galardón “Juntos”, por la óptima cooperación establecida entre círculos empresariales y Organizaciones No Gubernamentales:

“Actualmente, el centro ofrece servicios relacionados con la terapia y la rehabilitación de niños de edad muy corta, desde bebés hasta niños a punto de iniciar se educación primaria - dice mariana Nikolova, directora ejecutiva de la fundación. Acompañamos y respaldamos a los padres cuando éstos aprenden el diagnóstico de su hijo y se sienten conmocionados. Todo nuestro programa apunta a dar apoyo a los niños en esta su más tierna edad”-.

Gracias a la Casa de Carine, gran número de niños logran integrarse en la escuela. Una de  estas menores es Elena, aquejada por parálisis cerebral, chica a la que se refieren con orgullo todas las personas que trabajan en la fundación.

“La llamamos nuestra chica de Relaciones Públicas, ya que sabe de forma hermosa y con muy buenos sentimientos sobre la Casa de Carine. Cuando cumplió 16 años de edad, su sueño más  largamente acariciado era poder bailar un vals y tener por pareja a Iván Stanchov. Tras gran número de ensayos  en los que Elena se caía y se levantaba y volvía a caer, el obsequio más hermoso para el 80 cumpleaños de Iván Stanchov fue el baile que Elena y él bailaron. Hoy, tras la nueva intervención quirúrgica a que tuvo que someterse en Alemania, Elena aspira a  estudiar germanística en Austria y a ser independiente, sin que le acompañe su mamá”, dice Mariana Nikolova.

Señala que detrás de todo se encuentra un hombre. “Es nuestro caballero con mochila porque subió al Olimpo para recaudar los recursos para la Casa de Carine. Iván Stanchov es una personalidad carismática capaz de aunar a todos en aras de su noble causa”. Dicen  en la fundación que ninguno de los amigos de Stanchov se ha negado jamás a colaborar con él. De regreso de su escalada al Olimpo, con el cuerpo cubierto de magulladuras, Stanchov, al reunirse con un comisario europeo bromeó diciendo: “Posiblemente existan otras formas más inteligentes para el mantenimiento de la fundación y que el Estado haga algo por esos niños en vez de que sea yo quien se rompa la cabeza subiendo cuestas”.

“Era aquella su forma de lanzar su enésimo mensaje en respaldo a las familias de niños con los que el Estado aún tiene una deuda pendiente de saldar - dice Mariana Nikolova. Hay muchas personalidades mundialmente famosas que, de niños, tuvieron sus problemas de salud, pero sus nombres quedaron en la historia. Son Mozart, Beethoven, Edison, Einstein, entre otros” -.

Iván Stanchov no sólo es un benefactor para los niños de necesidades especiales en Bulgaria. Es también “el pilar” de la escuela búlgara en Londres, según  dice la directora del plantel Snezhina Mécheva:

“Nos sentimos  comprometidos en forma  ética y emocional a  respaldar su noble causa, dice. Por Navidad desde la Casa de Carine nos envían tarjetas y calendarios en que figuran dibujos hechos por niños de la misma. Nosotros  vendemos esos materiales. Preparamos asimismo  bastantes actividades de beneficencia para la Casa de Carine. Los niños de la misma esperan con impaciencia  cada Navidad y no dejarán de esforzarse por  elaborar  para la fiesta sus tarjetas más hermosas. Este año hemos recaudado 1134 libras esterlinas para  los menores de la Casa de Carine”.

Versión en español por Mijail Mijailov