Los retos económicos ante Europa y las posibilidades de crecimiento de ésta fueron los temas discutidos por políticos europeos de máximo nivel, ministros del Gobierno de Bulgaria, destacados empresarios y analistas financieros y políticos en la IV Cumbre “UE-Sudeste de Europa”. Carl Bildt, ex primer ministro de Suecia, enfatizó en el problema principal: la capacidad de Europa para afrontar los retos y las situaciones que debería superar.

Uno de los problemas básicos ante Europa es el problema migratorio que en estos momentos representa un fardo económico para los países de la UE y genera, al mismo tiempo, un problema político grave. Según Bildt, sin embargo, si los países comunitarios consiguen éxito en la integración de los migrantes esto será una ayuda para la economía. En este momento de crisis migratoria es importante que la economía se mantenga estable. Carl Bildt dijo, además, que el mercado digital y el mancomunado mercado de capitales son cruciales de cara al aumento de la competitividad de la UE y resaltó al mismo tiempo que ésta deberá afrontar el problema como un grupo de países antes que por separado. Los esfuerzos aunados aportarían a la solución más rápida de este problema crítico. La permanencia de Gran Bretaña como miembro de pleno derecho de la UE resultará de suma importancia para el desarrollo económico futuro.

Tomislav Donchev, viceprimer ministro búlgaro encargado de la gestión de los Fondos Europeos y de la Política Económica esbozó los problemas que afrontan Bulgaria y Europa y sugirió las soluciones más acertadas para el crecimiento: “El tema del crecimiento es importante sobre todo para un país como Bulgaria. Los ritmos de crecimiento que Bulgaria necesita mantener son al menos dos veces más grandes que los actuales. Necesitamos de ritmos de crecimiento acelerados para alcanzar a los otros países de la UE. Es por esto que el tema es importante. Si examinamos todos los datos estadísticos comprobaremos que el mundo y Europa nunca antes habían vivido en tiempos mejores que los actuales. Con una peculiar dosis de ironía debemos habituarnos con mayor rapidez a la idea de que vivimos saliendo de una crisis para entrar en otra. Hoy estamos en un régimen permanente de crisis y esto no es una sorpresa. Estamos en condiciones de transferir rápidamente datos y mercancías y, en igual medida, somos capaces de transferir cada crisis de un extremo de Europa al otro. Al encontrarnos en la enésima crisis debemos plantearnos la cuestión de las cuestiones:¿Hasta qué punto necesitamos de Europa y qué tipo de Europa queremos? Este problema sigue latente y no expresado en los problemas relacionados con las crisis de deudas de una serie de países miembros de la UE y también en los desafíos generados por la crisis de refugiados. El foco de la atención se va desplazando de la búsqueda de la solución europea común -que es la única posible- al tema de cuántos refugiados debería acoger cada país por separado. El único crecimiento posible es el crecimiento sostenible. Concretamente en los Balcanes, en el Sudeste de Europa debemos hablar más sobre la seguridad y la independencia energéticas”.

Los expertos han arribado a la conclusión de que es un gran error buscar una solución en el marco de los Estados nacionales. Según Tomislav Donchev, en aras del desarrollo habría que conceder mayor atención al optimismo, a la confianza entre los diferentes agentes en el mercado, al renombre como factor económico primordial y a la aspiración al éxito. Respecto a las reformas Donchev dice: “Las reformas no se hacen una vez cada medio siglo, las reformas se hacen constantemente porque el mundo es muy rápido y va cambiando con gran rapidez. Lo que resultaba suficiente ayer ya no lo es hoy. Tenemos el problema de las instituciones que tratan de darle alcance al problema en vez de salirle al paso. En esto la cuestión es, ¿dónde está el déficit? ¿Estará en las ideas visionarias, en la valentía política o bien , a veces, nos falta capacidad de explicar las reformas? El dinero europeo es importante para Bulgaria, representa un recurso crítico para este país. Constituye una pequeña parte de los gastos públicos pero representa más del 70% de los recursos inversionistas, en las inversiones públicas. Son la causa principal que impulsa la materialización de las reformas. Es correcto concebir la estabilidad como una prioridad pero ésta tiene muchas dimensiones. El estancamiento también puede ser una especie de estabilidad pero yo no quiero tal tipo de estabilidad. Es que ésta debe conducir a una seguridad”.

Actualmente el Gobierno búlgaro apuesta por varios puntos de partida para impulsar el crecimiento económico: estabilidad política y económica, diálogo y mensajes claros a los empresarios, los ciudadanos y los inversores extranjeros como también un entorno fiscal estable.

Versión en español por Mijail Mijailov