“Lo que ocurre por el mundo nos afecta. Por mucho que cerremos los ojos ante lo que nos afecta, por mucho que nos encerremos en nuestros problemas internos y estrechemos nuestro horizonte tanto más inadecuados nos volvemos a la hora de tomar decisiones en el país. Por esto diría que los búlgaros que tienen posiciones y que nos conectan con el mundo abren una ventana para el país y ésta ayuda a Bulgaria”. Esto dice Kristalina Georguieva en una entrevista poco después de haber asumido el puesto de vicepresidenta de Presupuesto y Recursos Humanos en la Comisión Juncker.

Es su segundo mandato como comisaria europea de Bulgaria. El primero comenzó el 9 de febrero de 2010. El 30 de noviembre de ese mismo año Kristalina Georguieva fue declarada Comisaria del Año en los premios anuales de la edición electrónica European Voice como un reconocimiento por su actividad en la gestión de las catástrofes humanitarias en Haití y en Paquistán. 

Kristalina Georguieva es economista y profesora, imparte clases en la cátedra de Economía en la Universidad de Economía Nacional y Mundial, es funcionaria y vicepresidenta del Banco Mundial. Su nominación a comisaria hecha por el Gobierno búlgaro se produjo en circunstancias extraordinarias, después de que Rumiana Zheleva, ex ministra de Exteriores del Gabinete de Boiko Borisov, fracasó en la audición ante el PE. La cartera de la comisaria búlgara se conservó, pero desde la Comisión reclamaron una propuesta de otro candidato. Posteriormente, Kristlina Georguieva señalaría que la cooperación internacional, la ayuda humanitaria y la reacción ante crisis le es una cartera familiar, ya que el Banco Mundial trabaja con el sistema de la ONU, la Cruz Roja, y por esto había aceptado con gratitud la propuesta del Gobierno. El 3 de febrero de 2010, la Comisión de Desarrollo en el PE escuchó a Kristalina Georguieva que mostró profundos conocimientos sobre la cartera que le fue encomendada.

“Damas y caballeros diputados, para mí es un honor estar aquí hoy ante Uds en mi calidad de candidata a comisaria de la nueva cartera de cooperación internacional, ayuda humanitaria y reacción ante crisis. Es una gran responsabilidad, ya que para los necesitados en el mundo ésta es la cartea más importante. En la Unión reconocemos que hay un factor lúgubre que es que las catástrofes naturales van creciendo. Esto implica la posibilidad de que se integren la ayuda humanitaria y la defensa cívica, ya que operan juntas. Me he dado cuenta de que más del 90 % de nuestros compatriotas desean que Europa sea más preparada para reaccionar en casos de desastres naturales. 

El 9 de febrero de 2010, Georguieva asumió el puesto de comisaria responsable de Cooperación Internacional, Ayuda Humanitaria y Reacción ante Crisis en la Comisión Barroso, un mes después del terremoto en Haití. Ella coordinó la ayuda humanitaria proporcionada por la UE y la Unión se convirtió en el principal donante del damnificado país. Otro importante momento de su mandato es la coordinación de la ayuda europea durante el fuerte terremoto en Chile y las inundaciones en Paquistán. Su trabajo está vinculado, no solo con la gestión, sino con viajes a los lugares donde hace falta ayuda humanitaria, a Darfur, para atraer atención sobre el olvidado conflicto allí, a Kirguistán, en respuesta al conflicto que de repente estalló allí, al oeste de Hungría que fue afectada por el derrame de barro tóxico rojo. Durante su primer mandato trabajó en la creación de la capacidad de la UE de reaccionar ante crisis y en la construcción de un Cuerpo Europeo de Voluntarios, entre muchos otros.

Según el periódico francés Le Monde, Georguieva es una de las pocas agradables sorpresas de la Comisión anterior: “En su cargo como comisaria europea responsable de Ayuda Humanitaria, la búlgara logró un objetivo casi inalcanzable, dar alma a una Europa que experimentaba la fuerte escasez de esto en los últimos años”.

Durante su segundo mandato en la Comisión de Juncker, Cristalina Georguieva ocupó el puesto de vicepresidenta y comisaria de Presupuesto y Recursos Humanos. En este puesto observa el trabajo del Servicio Europeo de Lucha contra el Fraude, OLAF, los servicios de pagos y designaciones, es responsable de 30 mil funcionarios y un presupuesto anual por valor de 140 mil millones de euros. Gestiona y acuerda el presupuesto de la UE, garantiza que los medios se gastan de un modo eficiente y efectivo, protege el presupuesto de fraudes y corrupción. Su elección para esta cartera fue calificada por el presidente Plevneliev como un enorme éxito para Bulgaria. Y de veras, es la primera vez en que un búlgaro recibe un cargo tan alto en la CE. “Seguiré trabajando con todo mi corazón. Es una gran alegría, resultado de nuestra lucha que duró cinco años. Para la autoestima de los búlgaros es muy importante que sepan que podemos estar en condiciones de igualdad con todos en Europa”, comentó Cristalina Georgieva su segundo mandato como comisaria europea en la UE.

Versión en español por Hristina Taseva