Johnatan Taylor, profesor de inglés en la ciudad de Sevlievo, afirma que está encantado por Bulgaria y exclama “Amo a este país”. El británico vive en la aldea de Krusevo, en la región de Sevlievo desde 2011 y dice que Bulgaria lo atrajo por su belleza y tranquilidad. Él siente la aldea como su hogar y desea quedarse allí  junto a sus múltiples amigos búlgaros. Le gusta también pasar su tiempo libre en Sozopol, en la costa del mar. Johnatan es escritor, músico y profesor que inspira a los demás. Tenemos el gusto de conversar con Johnatan en el Día del Docente.

Cuando era alumno Taylor afrontó muchas dificultades porque padecía de dislexia. La enfermedad planeó miles de peripecias ante el británico pero “este extraño viaje”, como él define su formación, lo transformó en un amado músico y profesor. Johnantan está impresionado por sus alumnos búlgaros y señala que los llevará para siempre en su corazón.

Los problemas con el comportamiento de los escolares son evidentes pero yo los acepto. Comparando los problemas de aquí con los en las escuelas británicas puedo decir que es un placer ser profesor en Bulgaria. Los problemas aquí son diferentes, no son tan graves, los niños conversan durante las clases, juegan con sus teléfonos y a veces no cumplen las tareas que se les plantean. En Inglaterra hay mucha violencia y mucha agresión. Aquí nunca me han insultado. Los búlgaros deben estar orgullosos de ello. Los problemas aquí son sociales. Gran parte de los alumnos desean estudiar pero los distraen quienes no desean desarrollarse. Mi filosofía es que si uno no desea estudiar esto es problema suyo y no debe estorbar a los demás. El problema con los teléfonos puede ser resuelto fácilmente al prohibir su uso en el territorio de la escuela.

A juicio de Johnatan, los profesores búlgaros son menospreciados y trabajan por poco dinero, lo cual incide en su autoridad y en su autoestima.

Para un extranjero, como yo, es muy triste que los profesores aquí deban trabajar en tan malas condiciones. Ellos no son felices. Todos Uds. desean que las cosas cambien pero, ¿qué hacen para lograrlo? Me gustaría que los profesores y el resto de los profesionales sean políticamente activos, mejor organizados y que se planteen más retos. No es una solución resignarse ante el hecho de que odian su trabajo y esperan su jubilación. 

A Johnatan le llamó la atención un alumno búlgaro cuya autoestima fue oprimida por los alumnos y los profesores. Todos le repetían que era tonto. Tarde o temprano uno comienza a creer que no es apto para nada, dice Taylor. Se reconoció a sí mismo en la persona de este chico, ya que había tenido las mismas dificultades por la dislexia. Con el tiempo y con muchos esfuerzos logró convencer al chico de que comenzara a creer en sí y en sus sueños. El británico opina que no es necesario que uno sea bueno en todas las asignaturas y señala que en Inglaterra se organizan programas docentes especializados en peluquería, cuidados por animales, tallado en madera, trabajo con metales. Es mejor ver qué potencial tienen los alumnos en vez de obligarlos a estudiar algo que no le interesaría nunca. A pesar de todo, Johnatan afirma que la educación en Bulgaria tiene buen nivel. 

Sean orgullosos y respétense a sí mismos porque si Uds. no se respetan nadie lo hará. Son profesionales y están en una posición que les permite iniciar cambios. Únanse, sean activos y no permitan que alguien les trate de un modo indecente.  Deseo a todos los maestros un día fantástico.

Versión en español por Hristina Taseva
Fotos: Archivo personal