La mundialmente conocida cantante y actriz francesa Sylvie Vartan, de raíces búlgaro-húngaras, ha estado de nuevo en Bulgaria para presentar su último libro, "Mamá". Tiene a sus espaldas más de 40 millones de discos vendidos , 1.300 canciones, 2.000 portadas de revistas, seis películas y miles de espectáculos musicales por todo el mundo, así como dos libros autobiográficos. El primero, "Entre luces y sombras", cuenta su infancia. A los siete años abandonó Bulgaria con sus padres, y diez años más tarde grabó su primera canción en París. Habla también de su relación sentimental con Johnny Hallyday, y su precioso vínculo entre Sofía y París: Darina, una niña búlgara que adoptó junto con su marido Tony Scott, famoso productor y mánager estadounidense. En su segundo libro, "Palabra por palabra", publicado en 2014, Sylvie narra cómo una joven de familia humilde de inmigrantes puede llegar a hacer carrera y fusionarse con el entorno cultural de un país como Francia. Esta mujer enérgica y sensible abre el alma ante sus fans. En abril del mismo año presentó a sus fans búlgaros su nuevo álbum "Sylvie en Nashville" con un gran concierto en la sala 1 del Palacio Nacional de Cultura. En 1993 fundó la asociación "Sylvie Vartan por Bulgaria", que hasta el día de hoy apoya activamente numerosas iniciativas en el campo de la salud infantil en Bulgaria. Esto cuenta Sylvie Vartan en el estreno de su nuevo libro "Mamá":
Siempre me entusiasma regresar a Bulgaria. Mis recuerdos más frágiles y tiernos son de aquí. Doy mis gracias a la editorial Colibrí por traducir tan bien mis dos libros y ha hecho accesible la historia de mi madre, el pilar de nuestra familia. Se llama Ilona y nació en Hungría. Cuando volví a Bulgaria por primera vez tras nuestro exilio, en 1990, le pedí que me acompañara, pero ella rehusó, porque habría sido doloroso para ella regresar al país que tanto amaba. Yo también he experimentado momentos dolorosos y he llorado mucho. Después de tantos años vi la casa en la que crecí, la gente con la que pasé mi infancia... Esa estancia en Bulgaria fue inolvidable.
"Mamá" es un libro escrito con mucho amor y un profundo agradecimiento hacia la mujer con la que Sylvie Vartan tuvo una conexión excepcionalmente fuerte. No hay en el mundo nada más poderoso ni más fuerte que el amor de una madre. Mi relación con mi madre estaba soldada de forma indeleble, muy dentro de nosotras, declara Sylvie, y añade:
Tuve la suerte de crecer en una familia muy unida. Más tarde, cuando tuve mis propios hijos, me di cuenta del importante papel de mi madre en mi vida. Era una mujer excepcional, generosa, noble, elegante, muy valiente y nunca, en ningún momento, mostró debilidad. Trabajó toda la vida para nosotros sin mostrar fatiga, con dignidad. Su amor por nosotros estaba por encima de todo.
Hablando de su familia, Sylvie vuelve a su infancia en Bulgaria. Cuenta su especial relación con su abuelo paterno, los días maravillosos en el pueblo de Totleben, la sensación de que esa vida fantástica iba a durar para siempre. A menudo, cuando paso momentos difíciles, desearía poder volver al jardín del abuelo, afirma. También recuerda que en Bulgaria surgió su vocación de actriz. En 1950, cuando tenía seis años, interpreté un papel en la película de Dado Dakovski sobre la novela de Iván Bazov "Bajo el yugo", que se filmó en Koprivshtitsa. Era un papel secundario. Con el dinero que gané, mi madre me compró unos zapatos marrones con cordones, los mismos con los que llegué a París.
A través de su libro "Mamá", Sylvie Vartan hace un llamamiento a sus hijos para que conozcan sus raíces y quieran y respeten siempre a sus padres, para que también las personas mayores crezcan con amor.
Y para nosotros Sylvie Vartan sigue siendo la gran dama de la música francesa que ha conquistado a millones de seguidores por todo el mundo con su innegable talento, elegante presencia escénica y nobleza de espíritu.
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