¿Qué semejaría el mundo sin el agua? ¿Un desierto? Incluso en el desierto el agua existe aunque en cantidades mínimas y se va abriendo camino para mantener a la naturaleza viviente. El agua que es, a la vez, fuerza vital y elemento tempestuoso que arrasa por su poderío, es imprescindible para la vida de cada ser en la Tierra y sin ella la vida sería inconcebible.

Es por esto que los científicos definen si hay vida en determinado planeta en función de la existencia o inexistencia de agua en el mismo. El agua está en derredor nuestro, en todas partes: en la vida hogareña, en los organismos vivientes, el propio ser humano se encuentra compuesto por un 75 % de agua. Estamos acostumbrados a tener el agua al alcance de la mano en nuestra vida cotidiana, sin siquiera poner mientes en que miles de millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable pura ni la pueden usar para las necesidades del hogar.

Habiendo tomado conciencia de la importancia de la conservación de esta prodigiosa fuente de vida, cada vez más países del mundo conmemoran el Día Mundial del Agua, propuesto para celebración hace 22 años en la Conferencia sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, UNCED, en Río de Janeiro. La celebración en Bulgaria está siendo organizada por la Asociación Búlgara para las Aguas, ABA y la asociación “Quiero al agua”.

Además de conmemorar el Día del Agua, le hemos dedicado a ésta una semana entera, destaca Antoaneta Salfige de la asociación “Quiero al agua”. Este año, la conmemoración se ha organizado en la Universidad de Arquitectura, Construcción y Geodesia, que cumple 75 años de su creación. Por esto, el tema se proyecta marcadamente a la Educación, los estudiantes universitarios y los candidatos a cursar estudios universitarios. Es parte central de la conmemoración una muestra fotográfica titulada “Los surtidores de Bulgaria” y que dura ya una semana. Los participantes en la exposición son de toda Bulgaria. En la tarde de hoy se producirá la premiación oficial de las mejores fotos.

¿Son suficientes los desvelos de Bulgaria por conservar sus reservas hídricas?

Hemos de darnos muy clara cuenta de que en Bulgaria hay agua suficiente -agua potable, alcalina, pura- que se encuentra en cantidades muy importantes, muy superiores a las que tienen otros países y continentes. Y es que cuando uno dispone de una cosa en abundancia no se fija mucho en ella. Así, ocurre, lamentablemente, también con el agua. Creemos que el agua es una riqueza constante, que fluye normalmente y que se conserva por sí sola. Seguramente, años atrás, cuando las tecnologías aún no se encontraban desarrolladas, era necesario solamente depurar el agua y mantener su calidad con muy pocos recursos. A medida que nos internamos en esta esfera, vemos que son cada vez más frecuentes las referencias a las innovaciones en el sector hídrico. La innovación, sin embargo, depende del ser humano y si éste ignora cómo gobernarla no se podrá garantizar que el agua tendrá la calidad pretendida y que se harán acertadamente las cuentas. Es lo que justamente ocurre ahora, el precio del agua en Sofía sube un 18 %, y la idea es que en los próximos cinco años aumente casi un 50 %, lo cual es un precio tremendamente elevado. La justificación principal que se da es que actualmente la capital de Bulgaria necesita de inversiones y de innovaciones en el sector del agua.

Al mismo tiempo, hay en Bulgaria núcleos poblacionales en los que en vez de agua potable clara fluye de los grifos un líquido turbio que ni siquiera se puede utilizar con fines comunales. Los fallos y averías en los acueductos, incluso en la propia Sofía, son un fenómeno frecuente, y el agua potable se derrama por las calzadas de las calles, a expensas de los usuarios.

Lamentablemente, hasta ahora siempre se prestaba atención básicamente a la depuración de las aguas residuales y se fueron construyendo estaciones depuradoras enormes y muy costosas, mientras que los proyectos sobre los ciclos hídricos en las aglomeraciones urbanas quedaban relegados a segundo término. Efectivamente, el suministro de agua potable pura se ha quedado relegado a un segundo término. También hay que preguntarnos hasta qué punto se han realizado las instalaciones depuradoras. Es que se trata de uno de los problemas principales en Bulgaria, sólo examinado a nivel de expertos. El resultado que se produce tras la depuración en estas instalaciones son sedimentos en cantidades enormes que representan una bomba de relojería. Si no se da solución al problema que representan estos sedimentos afrontaremos un problema ecológico descomunal, del que ahora nadie habla, concluye Antoaneta Salfige.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Archivo