El 4 de mayo el Parlamento aprobó la estructura y la composición del nuevo Gobierno de Bulgaria. Este país vuelve a tener un Gabinete de coalición, presidido por Boiko Borisov, líder del partido GERB. A diferencia de la vez anterior, cuando fue socio del GERB, el Bloque Reformista, de derechas, ahora es menor socio de coalición en el gobierno la coalición nacionalista “Patriotas Unidos”.

La estructura del nuevo Gabinete de Borisov no difiere notablemente de la de su gobierno anterior pero su composición ha deparado algunas sorpresas Pese al sensiblemente inferior peso electoral de los “Patriotas Unidos”, del total de cuatro viceprimeros ministros, dos son líderes de esta coalición: Krasimir Karakachanov, líder del partido BMRO y Valeri Simeonov, líder del Frente Nacional por la Salvación de Bulgaria. Al mismo tiempo, dos ministros señalados por los “patriotas”, el de Ecología Neno Dimov, propuesto por el VMRO, y el de Economía Emil Karanikolov, propuesto por el partido Ataka, están siendo considerados allegados al GERB. Por haber sido en el pasado Neno Dimov viceministro de Ecología en el Gobierno de Iván Rostov, algunos acogen su nombramiento también como un gesto de pleitesía a la derecha que en esta ocasión no se encuentra representada en el Parlamento. Las sorpresas no paran ahí pero incluso sólo las que se han enumerado hasta aquí muestran que a la hora de formar el Gabinete se han buscados equilibrios complejos. Será, empero, en los próximos días cuando se verá la variante definitiva de estos equilibrios, cuando se conozcan los viceministros del gabinete. En la esfera en que el titular de determinado ministerio haya sido propuesto por uno de los socios de la coalición, en beneficio del equilibrio de intereses deberá haber obligatoriamente un viceministro nombrado por el otro socio de coalición. En lo que no hay sorpresas es en lo tocante a las intenciones de la flamante coalición gobernante. El primer ministro Borisov confirmó que continuará la política de integración euroatlántica, calificó el Consejo de control monetario opción sin alternativa, prometió continuar la reforma en el terreno de la Justicia y crear un nuevo modelo de lucha contra la corrupción.

El Partido Socialista Búlgaro votó en contra del Gabinete de Borisov debido a divergencias ideológicas y programáticas y reiteró su intención de mantenerse como oposición y alternativa al nuevo Gobierno.

Arguyendo que el GERB se había decantado, por segunda vez, por elegir una coalición de la que no cabe esperar estabilidad ni reformas, también ha votado en contra el Movimiento por Derechos y Libertades. Este movimiento tiene reservas especialmente fuertes con respecto a partidos que preconizan nacionalismo agresivo y sólo han cambiado de lenguaje para acceder al poder. La contundencia con la cual el Movimiento por Derechos y Libertades ha expresado desde la tribuna parlamentaria su posición genera dudas en las suposiciones de que, aun al margen del Gobierno, este movimiento pueda ofrecer respaldo parlamentario a la nueva coalición.

A esta etapa sí ha prometido apoyo el partido del empresario Mareshki, Volya, pero con la salvedad de que el mismo observará bajo lupa si en su actuación el Gobierno será capaz de justificar en confianza previamente depositada en él.

En resumen, votaron a favor del nuevo Ejecutivo el GERB, los “Patriotas Unidos” y el partido Volya, y lo hicieron en contra el Partido Socialista Búlgaro y el Movimiento por Derechos y Libertades. El flamante Ejecutivo es el noveno Gobierno de coalición en Bulgaria desde el comienzo de los cambios democráticos en 1989, y el tercero presidido por Boiko Borisov, desde 2009 hasta la fecha. Los socios de la coalición gobernante cuentan con 122 escaños, con uno más de los exigidos para una mayoría simple. Las circunstancias sugieren que el nuevo Gobierno, como el anterior, disfrutará en el seno del órgano legislativo nacional de un respaldo variable y flotante.

Versión en español por Mijail Mijailov