Este semana en dos días consecutivos, el primer ministro búlgaro, Boiko Borisov, fue recibido por los líderes de dos de los países más importantes en la UE: primero en Francia, por el presidente, Emmanuel Macron, y después, en Alemania, por la canciller, Angela Merkel. Tanto en París como en Berlín sus anfitriones le han dirigido sendos mensajes alentadores al comienzo del tercer mandato del Gabinete “Borisov 3 “.

Resulta especialmente valiosa para el nuevo Gobierno búlgaro la disposición manifestada contundentemente de ayudar a Bulgaria en relación con la presidencia rotatoria de este país del Consejo de la UE en el primer semestre de 2018. El premier Borisov ha anunciado que en el marco de esta presidencia, Alemania y Francia, países motores de la UE, ofrecerán a Bulgaria el apoyo indispensable también para ayudar a los pueblos de los Balcanes.

El primer ministro búlgaro pudo escuchar, asimismo, palabras alentadoras en lo tocante a dos otros temas de candente actualidad para su Ejecutivo: la preparación para el acceso a la Eurozona y la adhesión de Bulgaria a la zona Schengen. Emmanuel Macron señaló que Francia obrará a favor del acceso de Bulgaria a la antesala de la Eurozona y al espacio Schengen. También ha expresado respaldo a estas ambiciones de Bulgaria la canciller alemana, Angela Merkel. Al mismo tiempo, tanto el presidente galo como la canciller germana han dado a entender que el respaldo ofrecido por sus países no será incondicional. Macron destacó con delicadeza que “habrá respaldo cada vez que se hagan esfuerzos concretos con vistas a una integración más palpable”. Mientras, Merkel, personalidad más franca, señaló que Bulgaria está afrontando importantes retos en lo que se refiere a los criterios para un Estado de derecho y que, para que cumpla las condiciones para acceder a Schengen y a la Eurozona, deberá dar pruebas de reformas en el terreno de la Justicia y en la lucha contra la corrupción. En este sentido ante Borisov no ha sido expresado apoyo al ingreso mismo de Bulgaria en Schengen y la Eurozona, sino que se ha ofrecido respaldo a los esfuerzos que su gobierno desplegaría por cumplir las condiciones para materializar estos objetivos.

En Berlín, Borisov fue saludado por el compromiso de Bulgaria en la custodia de la frontera con Turquía, frontera exterior da la UE. En la conversación con Angela Merkel se debatieron, asimismo, pasos ulteriores que Bulgaria deberá dar en la lucha contra el tráfico de personas y de migrantes. Por su parte, Boiko Borisov expuso la intención de que Bulgaria podría aprovecharse de sus buenos lazos con Turquía para intentar calentar las relaciones últimamente deterioras de la UE con ese país. Cabe esperar cierta evolución en este sentido ya en los próximos días, durante la visita a Turquía del primer ministro búlgaro. También se puede esperar una nueva evolución de los contactos durante la visita a Bulgaria este verano del presidente de Francia.

Las visitas a París y Berlín del primer ministro búlgaro no han redundado en cosas marcadamente concretas pero han puesto de manifiesto con claridad meridiana que Sofía puede contar con la colaboración de estos dos países, y el espíritu de las conversaciones celebradas es indicio de que hay fundamentos para ello.

Versión en español por Mijail Mijailov