Bastantes búlgaros han optado por cursar estudios o buscar una carrera profesional adecuada en el extranjero. Algunos de ellos retornan a la patria, otros encuentran lo que buscan lejos de sus hogares. No obstante ello, independientemente del punto del mundo en que esté un búlgaro, siempre es bueno poder descubrir allá algo cercano a nuestros corazones y nuestra cultura, algo genuinamente búlgaro. Uno de estos lugares es Aberdeen, tercera ciudad más populosa de Escocia, en la que jóvenes universitarios búlgaros conservan y divulgan las tradiciones, el espíritu y la cultura de Bulgaria. Danzas tradicionales, música, trajes típicos, veladas culinarias y numerosas sonrisas sirven para unir a nuestros compatriotas en Aberdeen y les dan la sensación de encontrarse en su propia casa.

Nikola Lazarov, presidente de la Sociedad Búlgara en Aberdeen en el pasado año lectivo, estudia ciencias informáticas en la universidad de esa ciudad y confiesa su deseo de retornar a Bulgaria cuando concluya sus estudios y acumule un poco de experiencia:

La comunidad búlgara en Aberdeen es única en su género. La enseñanza en la universidad es buena y la formación, gratuita. Es algo que atrae a gran número de compatriotas nuestros. Nuestra comunidad ofrece mucha ayuda a los búlgaros que deseen cursar estudios aquí. Los eventos que solemos organizar son muy variados. A comienzos del año organizamos una reunión con quienes cursan estudios de primer año en la que pudieron conocer al resto de los integrantes de nuestra sociedad. También organizamos reuniones para bailar danzas tradicionales búlgaras de las que nos sentimos especialmente orgullosos, ya que en ella laten, muy marcadamente, el espíritu y la cultura de Bulgaria.

Además de reuniones divertidas con estudiantes universitarios, el comité de la Sociedad Búlgara organiza encuentros con el resto de los búlgaros residentes en Aberdeen. Los participantes en estos encuentros examinan formas para contribuir al desarrollo de Bulgaria y reciben información útil, por ejemplo, de cómo y dónde podrían votar en unas próximas elecciones.

Ver a todos estos búlgaros unidos en Escocia es algo realmente hermoso, dice Nikola Lazarov y prosigue: Para el 3 de marzo, Fiesta Nacional de Bulgaria, organizamos un espectáculo. Una decena de personas habían preparado una coreografía increíble. Ganamos una beca de la universidad para adquirir trajes típicos búlgaros y cuando los presentamos ante los extranjeros éstos se quedaron pasmados. Uno de los magnos eventos que organizamos es nuestro Party Balcánico al que acude el mayor número de personas. Este año han participado en el mismo unas 300 personas de Bulgaria, Grecia, Rumanía, etc. Cada semana hacemos Jam sessions en las que la gente entona canciones búlgaras y baila. Todo el dinero recaudado de esta actividad lo donamos a causas benéficas. Queremos mostrar que juntos podemos divertirnos y también podemos hacer buenas obras.

La cultura búlgara y el campechano espíritu búlgaro también atraen a numerosos extranjeros. Nikola Lazarov señala: Hay gran número de extranjeros que frecuentan nuestras reuniones en que bailamos danzas tradicionales. También hay quienes vienen a estas reuniones búlgaras por las hermosas chicas búlgaras. Esas personas estiman que las tradiciones búlgaras son muy hermosas e interesantes. La mayoría saben bastantes cosas sobre Bulgaria, si bien también hay tales que ni siquiera han oído hablar de nuestro país. Una chica, por ejemplo, se creía que Bulgaria era una isla próxima a España.

En Aberdeen existe un rincón en el cual los búlgaros se sienten como en casa pero no sucede así en todos los países extranjeros. Nikola Lazarov lanza, por tal motivo, el siguiente mensaje a nuestros compatriotas residentes en diversos países del mundo, diciendo: A los búlgaros por el mundo les diría que si no cuentan aún con una sociedad que se la formen obligatoriamente. La sensación es única, pues estando uno en el extranjero, puede sentirse como si estuviera en la patria. Yo, personalmente, donde mejor me siento es en Bulgaria pero al no tener la posibilidad de regresar inmediatamente me resulta reconfortante saber que puedo ir a una reunión para bailar danzas tradicionales búlgaras o acudir a un guateque en que suene música búlgara. A mí esta sociedad me ha ayudado mucho y les sugiero a los otros búlgaros por el mundo que también formen las suyas. Y, si no la consiguen formar, que busquen al menos a los otros búlgaros residentes en su zona, mantengan contactos con ellos y que no dejen que se pierda lo búlgaro que llevan en sus entrañas.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Archivo personal