El crecimiento económico en Bulgaria ha sido de un 3,9 %, sobre base anual, en el tercer trimestre del año en curso, indican datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística. En los últimos dos años el crecimiento económico se ha mantenido del orden de un 3 % a un 4 %. Se trata, actualmente, del máximo que Bulgaria puede alcanzar contando con su capital y mano de obra disponibles, y es algo que no sólo se constata en Bulgaria. Es que también lo señalan tanto la Comisión Europea en sus análisis como el Fondo Monetario Internacional, aclara la economista Desislava Nikolova, del Instituto de Economía de Mercado y agrega: Las restricciones más importantes que afronta el crecimiento económico se encuentran provocadas por el déficit de cualquier tipo de mano de obra, la migración y el incremento demográfico negativo de la población. Desde 2015 hasta la fecha, Bulgaria viene registrando un crecimiento superior a la media europea pero al establecer una comparación con los países de la región constatamos que nuestro comportamiento es mediocre. Es que hay países de Europa Central y del Este de un crecimiento más rápido que el nuestro. Desde algún tiempo atrás a esta parte, Rumanía se comporta como país recordista pero en ese país el crecimiento se debe a una recia inyección fiscal. La historia enseña que esto no lleva a nada bueno. Es que el crecimiento de Rumanía es inestable porque se encuentra apuntalado por importantes déficits presupuestarios, lo cual significa que así se entra en una espiral de endeudamiento. Espero que Rumanía no acabe convirtiéndose en una segunda Grecia pero el camino por el que han optado los rumanos los llevaría más temprano que tarde justamente allá”.

Según la economista, el consumo sigue siendo el motor principal del crecimiento. Se nota un aumento muy rápido del empleo, lo que se traduce automáticamente en un aumento de los ingresos y en mayores posibilidades de gastar en consumo. Este hecho repercute igualmente en el mercado inmobiliario. En las grandes ciudades se está notando una visible agitación de las transacciones con bienes raíces y un alza de los precios de las viviendas. Los tipos de interés cobrados por los depósitos bancarios frisan en el cero por ciento y la gente carece de incentivos para ahorrar y así va en pos de otras oportunidades para invertir su dinero.

Además, se está notando un elevado consumo de productos de uso perdurable. La gente, tras haber aplazado por mucho tiempo sus compras, ahora segura de sus ingresos, vuelve a recurrir al consumo intenso de este tipo de bienes de consumo, sobre todo de la categoría de equipos para el uso comunal y equipos electrodomésticos. También se comportan bien las exportaciones de las que merece atención especial la exportación de servicios puesto que, gracias a ésta, Bulgaria viene registrando desde hace algún tiempo atrás superávits en su cuenta corriente. Estos excedentes se deben a los ingresos enormes por concepto de servicios turísticos. La extensión de la red de transportistas aéreos de bajo coste ha imprimido un fuerte impulso a destinos turísticos como Sofía y los balnearios de veraneo de Bulgaria. Los ingresos por concepto de transporte resultan igualmente importantes.

Según la experta, la situación económica actual favorece la acumulación de un excedente y resulta inexplicable decir por qué, sobre el telón de fondo de este elevado crecimiento económico, en el Presupuesto del Estado para 2018 se ha previsto un déficit del orden de un 1 % del PIB. No se han dejado de invertir cuantías de dinero cada vez mayores en sectores no reformados como la Sanidad, señala con preocupación Desislava Nikolova.

Si pasáramos revista a las valoraciones de la satisfacción de los pacientes comprobaríamos que Bulgaria se encuentra en el fondo de la clasificación en Europa, o sea que, la gente no se ha vuelto más satisfecha con la respectiva asistencia sanitaria. El problema es que no dejamos de verter dinero en un sistema que genera un resultado cada vez peor, y los ocupados en ese sector cobran una baja remuneración. Como resultado de ello se produce una migración masiva de cuadros médicos a países de Europa Occidental. Las soluciones para este sector reclaman una firme resolución. Hay que romper el monopolio de la Caja Nacional de Seguro Sanitario y encauzar una parte de las cotizaciones a la seguridad sanitaria a fondos sanitarios privados en los cuales existe un control más riguroso sobre los pagos.

Para el año 2018 el Instituto de Economía de Mercado sugiere un Presupuesto Alternativo, con un superávit del orden de 1 % del PIB y esto, según Desislava Nikolova, es totalmente viable en medio de las actuales buenas condiciones económicas. En este presupuesto se planean gastos administrativos más reducidos y la supresión de algunas facilidades tributarias. Según el Instituto de Economía de Mercado, es absolutamente impensable subir impuestos cuando se registra un crecimiento económico. El Presupuesto Público para 2018 ha contemplado un incremento del 1 % de la cotización por el retiro y un aumento de las cotizaciones mínimas a la Seguridad Social para una serie de profesiones y categorías de trabajadores. En nuestro presupuesto alternativo no se contempla tal subida de los impuestos, resalta en conclusión la economista Desislava Nikolova.

Versión en español por Mijail Mijailov