Bulgaria sigue siendo un país en el que las emociones de las aventuras se mantienen vivas y en el cual uno puede visitar todavía lugares no hollados aún por los pasos de un turista. Puede uno asomarse a unos pueblos en los que el día a día mantiene el ritmo de la vida habitual desde hace siglos y la visita de los cuales genera auténticos conocimientos. Aquí el sabor de la comida, el olor del aire y el encanto del panorama parecen haber salido de una otra dimensión que trastrueca las nociones sobre la alegría de la vida. Son justamente estas vacaciones a plenitud que no dejan de recargar de vitalidad el organismo humano, llevan ya 20 años desarrollándose como modelo turístico deseado, gracias a la Asociación Búlgara de Turismo Alternativo (BAAT, por sus siglas en búlgaro). Lubomir Popyordanov, presidente honorario y portavoz de esta Asociación, se refiere, el día de su cumpleaños, al camino que ésta ha recorrido:

Nuestra meta ha sido y es lograr un turismo sostenible y responsable al servicio de grupos pequeños y en beneficio de las comunidades locales, capaz de desarrollar su capacidad al atenerse, al mismo tiempo, a los intereses de los clientes. Esta modalidad turística ofrece una nueva idea sobre Bulgaria que se asocia al patrimonio natural y cultural del país, a las tradiciones vivientes, al vino y a cuanto da como frutos nuestra tierra, a la hermosa naturaleza, en fin a lo que crea la identidad de Bulgaria tal y como siempre hemos visto a nuestra patria. La historia de nuestra asociación es una historia de lides en las que hemos defendido posiciones distintas y hemos luchado por que nuestros socios consigan elaborar mejor y desarrollar este producto turístico mercantil. Así, por ejemplo, las casas de huéspedes no existían en el ámbito jurídico nacional. Hemos conseguido conquistar su estatuto. Actualmente el turismo en las casas para huéspedes evoluciona con mucho éxito. Otra faceta de nuestro producto es la que se relaciona con los territorios protegidos y los parques naturales. En esas zonas ofrecemos viajes de aventuras, travesías en bicis de montaña o a lomo de caballo, visitas a cuevas no iluminadas, senderismo por trayectos alpinos dirigido por guías de montaña, entre otros.

Lubomir Popyordanov es un trotamundos activo y como tal ha recorrido numerosos países del mundo. ¿Cuáles son los rasgos distintivos y más atractivos de Bulgaria como destino turístico? Dice él: "Lo que atrae a los turistas es la cultura viva en el país, las tradiciones recogidas por la UNESCO y las que se relacionan con lo esotérico, con nuestra pertenencia cristiana, con nuestra ubicación geopolítica entre Europa y Asia. No en último lugar tengo que destacar las particularidades de la cocina búlgara: las sabrosas hortalizas y frutas, cultivadas en pequeños huertos, el yogurt. Como búlgaros hemos de preservar la calidad de los productos básicos que tienen un sabor exquisito y la comida elaborada a base de ellos es excelente".

La BAAT no deja de luchar, defendiendo causas muy importantes que apuntan a preservar el patrimonio natural del país. Una de ellas es la de proteger las montañas, preservar su estado, paisaje y ecosistemas.

Hemos depositado una proposición, dirigida al primer ministro de Bulgaria, en la que solicitamos que se encuentre solución al caso Pirin y Bansko, y la construcción de un segundo teleférico en este centro de montaña, pero este es un caso particular –dice Lubomir Popyordanov– . Somos de la opinión de que hay que encontrar una solución global para el desarrollo de las montañas y las aldeas en Bulgaria. Como asociación siempre hemos emitido opiniones que muchas veces desagradan a los gobernantes. Es que la política, en vez de usurpar recursos y facilitar la creación de monopolios, debe propiciar condiciones para el fomento y desarrollo de las comunidades y el emprendimiento a nivel local. Se trata de causas que nuestra asociación no ha dejado de respaldar en todos y cada uno de sus 20 años de existencia. Esto nos mete frecuentemente en apuros y contratiempos pero nos sentimos felices de mantenernos invariablemente en nuestras posiciones. No hemos renunciado a éstas y estamos luchando por que Bulgaria esté presente y se vea en el mundo como un destino alternativo que ofrece diversas modalidades turísticas. El mundo se vuelve cada vez más virtual y este hecho aporta a que nuestro producto llegue con facilidad a numerosas personas, la distancia se acorta y uno puede situarse en el lugar que le guste. Existe un nicho enorme para el desarrollo en la esfera del turismo de calidad, antes que en el terreno del turismo masivo. Hay que crear muestras y paquetes de servicios turísticos únicos en su género. Para lograrlo habrá que partir del supuesto de que la naturaleza en Bulgaria esté conservada y que la gente esté allá, próspera, risueña y serena de cara a su porvenir.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: baatbg.org