Hasta el 22 de mayo los habitantes y visitantes de la capital pueden gozar de una atractiva exposición –modelos vehículos del transporte público recreados en tranvías, autobuses y trolebuses reales que circulaban y siguen transitando por las calles de Sofía y otras ciudades del país–. Las 29 muestras, desde los clásicos hasta los más modernos, están elaborados en escala 1:43 para coleccionistas por los chicos de “Modelos del transporte público”. Detrás de este nombre están: Darian Gueorguiev, Ivailo Atamian y Gueorgui Garmidolov, que hacen los modelos totalmente a mano poniendo en ellos todo su corazón y alma…y muchas horas de trabajo.

La idea de la exposición nació inmediatamente después de ver las maquetas y de conocer a la gente de “Modelos del transporte público” –explica Valeri Giurov, propietario de la galería Gifted Sofia, donde está montada la muestra de los modelos miniatura–, ya que lo que hacen estos chicos es impresionante por el detalle de la elaboración, el trabajo, el punto de vista histórico y contemporáneo, por eso quise que hiciéramos algo juntos.

Los modelos han sido elaborados con los más mínimos detalles de plástico, con molde de resina y elementos metálicos. Para cada uno de ellos Darian Gueorguiev tiene un bosquejo detallado. A él le encantan los autobuses “Ikarus” y los tranvías búlgaros. ¿Por qué precisamente esos?

Porque me recuerdan mi infancia. Crecí con ellos y me hacen volver a aquellos años que a mí me hacen recordar cosas lindas –dice Darian–.

Los tranvías búlgaros son los más populares, son el símbolo de Sofía. Por desgracia la planta de tranvías ya no existe y estos tranvías están prácticamente desapareciendo. Pero espero que con la exposición más gente pueda recordar y entender qué es lo que fueron exactamente y que empiecen a quererlos a su manera.

El tranvía más viejo es el retro Siemens-Halske, famoso como el No. 35. Fue construido en 1925 especialmente para Sofía. Uno de ellos fue reconstruido en 2007 en la planta “Tramkar” y ahora se utiliza para viajes de diversión en la capital.

Otro modelo interesante es el tranvía T6M-800 “Sofía. Es un tranvía clásico, protagonista en muchas películas búlgaras y en fotografías de la vieja Sofía.

Sus colores son el rojo y el blanco, el tranvía es de 1965 –cuenta Darian–. En realidad es el tranvía clásico búlgaro por excelencia porque todos los modelos producidos después  siguen la misma tecnología de construcción y prácticamente no se diferencian. Es el más clásico el mayor número de tranvías producidos –180–.

Entre los modelos más nuevos que circulan por la ciudad cabe mencionar el tranvía Schindler, llamado por la gente “El pepino” por su color verde.

Sofía recibió estos modelos en 2017. Fueron donados por la ciudad suiza de Basilea. Tienen aire acondicionado y una sección baja. En estos momentos 26 tranvías circulan por la ciudad y 2 han sido guardados para repuestos.

El autobús más viejo es un “Chavdar” M80 con remolque de pasajeros. Antes de que aparecieran los autobuses articulados ("bus oruga"), se unía al autobús un remolque –cuenta Ivailo Atamian, quien es amante de estos autobuses búlgaros–. Empezaron a construirse en 1967 y se utilizaron hasta mediados de los años 70 del siglo pasado. Luego empezaron a desaparecer para ser reemplazados por los autobuses articulados.

El primer autobús búlgaro articulado, producido en 1969, también se puede ver en la exposición. Sin embargo, fueron producidos tan sólo 15 autobuses para el interior del país y no llegaron a Sofía porque para la capital empezaron a importarse los “Ikarus”.

Se pueden ver además el primer autobús a gas natural, un tranvía piloto, el tranvía polaco “Pesa”, trolebuses “Ikarus” y muchas otras muestras de medios de transporte, viejos y contemporáneos.

Cada visitante puede perforar una copia del boleto que hace años costaba 6 stotinki.

Los chicos de “Modelos del transporte público” hacen otras cosas además de maquetas.

Compramos y restauramos vehículos viejos –dice Darian Gueorguiev–. Hasta el momento tenemos 4 trolebuses y ahora junto con la asociación “Transporte público e infraestructura” estamos recolectando dinero para comprar y restaurar el último autobús búlgaro “Chavdar” B14-20 que se encuentra en la ciudad de Sliven.

Lo llamaban “el acuario” –agrega Ivailo Atamian–. Su producción fue de 1980 a 1994, con diseño totalmente búlgaro, muy moderno para su época, con ventanas grandes y forma rectangular. Con este modelo Bulgaria firmó un contrato con Atenas para 200 autobuses.

Se trata de que estos vehículos tengan un fin de diversión pero también sean como muestras de museo. Me alegro de esta exposición porque así más gente podrá abrir sus ojos y ver los vehículos del transporte público – concluye esperanzado Darian Gueorguiev.

Versión en español por Ludmila Sávova