“Crece pero no envejece” es el lema de la capital de Bulgaria, Sofía. Con sólo echar un vistazo al presupuesto para 2019 del Ayuntamiento capitalino se podría complementar esta divisa señalando que Sofía no sólo crece y no envejece, sino también se enriquece.

Yordanka Fandukova, alcaldesa de Sofía, incurrió, últimamente en la ira de los vecinos de Sofía, por las reparaciones chapuceras hechas en el centro de la urbe pero ahora, obviamente, apuesta por volver a granjearse la aprobación de éstos con el presupuesto récord asignado a la capital de Bulgaria para 2019. Será éste también un año de elecciones al Parlamento Europeo y municipales, y en este sentido algunos observadores se han apresurado a calificar el nuevo proyecto de presupuesto de Sofía de truco preelectoral de la alcaldesa.

Independientemente de que si esto haya sido así, o bien, se haya tratado de meras especulaciones, resulta innegable el hecho de que en 2019 Sofía planea recaudar y gastar 818 millones de euros, frente a los 731 millones en 2018, lo cual arroja un incremento del 11 %. Se trata del presupuesto más cuantioso en la historia moderna de la capital de Bulgaria. A título de comparación, se puede indicar que el presupuesto de Plovdiv, segunda mayor ciudad de Bulgaria, asciende a unos 190 millones de euros.

Es muy importante precisar a estas alturas que este aumento no se logrará con una subida de los impuestos, excepto los que gravan los coches viejos y los que el Parlamento ha aprobado e implementado a nivel nacional. Una buena parte de los recursos -166 millones de euro- llegan al presupuesto de Sofía en el marco de los programas operativos europeos.

Los mayores gastos se harán en inversiones en obras de infraestructura. Se trata de 282 millones de euros de los cuales 156 millones se invertirán en las obras de la tercera línea del metro de la capital búlgara.

Sofía parece como una urbe próspera pero numerosos habitantes del interior del país comentan que Bulgaria no es sólo Sofía y que el resto de las regiones de este país, salvo escasas excepciones, siguen siendo bastante más atrasadas y pobres. Los expertos lo demuestran con hechos y cifras. Así, por ejemplo, el salario medio nacional es de unos 600 euros, en tanto que el sueldo medio en Sofía supera los750. El desempleo a nivel nacional es de poco menos de un 6 %, y en Sofía hay déficit de mano de obra. Sofía genera más del 40 % del PIB del país, y en la capital búlgara viven casi 2 millones de personas de los 7 millones de población que tiene Bulgaria.

Todo lo anterior pone de relieve que Sofía es no sólo el centro administrativo, político y cultural de Bulgaria, sino también la ciudad de mayor poderío económico en el país. Esto significa que en la capital no sólo se produce mucho, sino que también se consume más que en el interior del país. No por casualidad, los extranjeros que llegan más a menudo a Sofía, no omiten resaltar que en cada visita nueva que hacen a la capital de Bulgaria van descubriendo cambios sustanciales en el paisaje urbano y unos habitantes cada vez más acaudalados.

Todo esto se refleja de manera natural en el presupuesto municipal y en los planes para el gasto del dinero del presupuesto para 2019. Una de las prioridades principales del Ayuntamiento apunta a la solución de los problemas ecológicos en Sofía cuyos habitantes sufren bastante los efectos de la contaminación del aire con finas partículas de polvo y de duro esmog en determinados días del invierno. Es por esto que el plan financiero del Ayuntamiento ha previsto dinero para subsidios a los hogares que utilizan para su calefacción y otros usos domésticos carbón o leña. Se les ayudará a orientarse a la utilización de pellets. El parque de vehículos del transporte público se enriquecerá con autobuses de gas y eléctricos, se hará también el suministro de nuevos tranvías y trolebuses.

Se irán remozando y urbanizando una serie de parques y jardines, y se construirá asimismo un parque acuático. Todo esto obedecerá a la idea de que los habitantes de la capital de Bulgaria puedan vivir en mejores condiciones. A tal efecto se irán reparando asimismo calles y avenidas básicas para así potenciar el atractivo de la urbe y hacer más fácil y más cómodo circular por ella.

El pasado año 2018 no pudo ser un buen ejemplo en este sentido, y las obras de reparación, efectuadas o en curso aún en zonas céntricas de la capital, han provocado un montón de críticas y el descontento masivo tanto de los habitantes como de los visitantes de Sofía. El descontento subió hasta el punto de que uno de los tenientes de alcalde del Ayuntamiento de Sofía se vio forzado a dimitir, y la alcaldesa Yordanka Fandukova prometió un control riguroso sobre las obras de reparación y exigencias elevadas con respecto a la calidad de los materiales empleados en estas obras.

Ya este año, en los comicios municipales, se podrá comprobar si la alcaldesa y los concejales del Ayuntamiento de Sofía habrán aprendido estas lecciones.

Versión en español por Mijail Mijailov