La presidenta de la Unión Farmacéutica Búlgara, Asena Stoímenova, ha sido acusada de haber propiciado el pánico en entrevistas suyas ante la radio y la televisión nacionales de Bulgaria. La acusación prevé reclusión penitenciaria de hasta dos años de duración por la divulgación de llamamientos falaces o peticiones simuladas de ayuda, falsos accidentes o alarma mediante un programa radial, un teléfono o de otra manera. En sus entrevistas Stoímenova habría advertido que la compra desmesurada de medicamentos podría causar una escasez de fármacos para los necesitados y habría apelado a inspecciones por parte de los órganos de control. Stoímenova no descarta la posibilidad de hacer valer sus derechos ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo.