El día de la reapertura de la frontera de Bulgaria con Grecia, se ha iniciado una acción de protesta pacífica en el puesto fronterizo de Kúlata. La manifestación está organizada por los dueños de almacenes para  frutas y hortalizas, quienes la semana pasada advirtieron de una escalada del descontento por la orden de la Agencia Búlgara para la Seguridad de los Alimentos, que los obliga a hacer muestreo de cada lote de estos productos importados de Grecia, teniendo que abonar por tal examen de 210 a 300 euros. En la zona del cruce fronterizo ya se ha formado una cola de camiones de 4 kilómetros de largo para ingresar al país vecino. Los manifestantes exigen reducir las tasas a pagar por el examen de pesticidas de los productos, y hacerlos en el marco de la jornada, y eximir de tal pago a los productores nacionales.