La anticipación de las próximas fiestas de Fin de Año se van apoderando de las mentes de los búlgaros, y las palabras clave más frecuentes en los motores de búsqueda suelen ser “ideas para regalos”. En sus once meses transcurridos hasta el momento, el año 2020 ha demostrado ser distinto de cualquier otro, y esto incidirá inevitablemente en la sensación que nos acompañe al celebrar las fiestas de Fin de Año. Las nuevas y más rigurosas medidas sanitarias, que se mantendrán vigentes hasta al menos el próximo 21 de diciembre, enfriarán las ansias de organizar fiestas de oficina y de las tradicionales compras en las prenavideñas. Pese a que los comercios al margen de los grandes centros comerciales siguen abiertos, algunos segmentos del sector comercial ciertamente encajarán pérdidas.
En una entrevista con Radio Nacional de Bulgaria, Velizara Dóbreva, presidenta de la junta directiva de la Asociación Libro Búlgaro, ha señalado que el presente cierre parcial repercutirá negativamente en el comercio librero:
“Estamos de acuerdo en que nos encontramos en las condiciones de una pandemia, pero el libro debe seguir llegando a las manos de los lectores incluso en medio de un confinamiento total. En la misma forma en que la gente necesita comida y medicamentos, también existe la necesidad de lecturas”, ha comentado.
A juicio de Velizara Dóbreva, se nota en Bulgaria una especificidad en el comportamiento de los lectores:
”El vehículo principal por medio del cual los libros llegan a sus lectores son las librerías. Todo el mundo habla del comercio electrónico, pero la realidad en el país pone de relieve que apenas un 10% o un 15% de los libros llega a la gente por esta vía”.
No obstante ello, no hay que renunciar a la oportunidad de regalar para las fiestas de Fin de Año un libro o bien agregar uno a los que forman parte de la propia biblioteca.
”A través de los libros podemos regalar fe, esperanza o simplemente una buena historia con la que escaparse un rato de los problemas cotidianos y los pensamientos de ansiedad”, dice la editora Victoria Bíserova. Dice que los libros ocupan el segmento intermedio de precios de los eventuales obsequios, ya que el precio estándar de un libro en Bulgaria oscila de 7,50 a 10 euros. Además, “el libro puede ser elegido y regalado cual tarjeta navideña porque su título a veces resulta tan poderoso que es capaz de lanzar un mensaje”.
Victoria Bíserova ha inspirado y promovido la campaña ”Compra 1 libro”, que fomenta la lectura entre los niños. Sin embargo, por medio de esta campaña la editora también dirige un llamado a respaldar a las personas que hayan dedicado sus vidas a los libros:
”Detrás de la creación de un volumen no sólo hay autores, editores y libreros, sino también artistas dibujantes, diseñadores de maquetación e impresores, correctores que trabajan porque el libro llegue a nuestras manos. Muy a menudo esta gente no trabaja a base de contratos pactados con las editoriales y por esto esos meses han sido muy duros para ellos”.
En primavera, en la primera ola de Covid−19, el 30% de los dueños de editoriales y librerías se vieron forzados a recortar personal, y el 72% consiguió reanudar de forma parcial su actividad. El duro varapalo sufrido por el sector librero desembocó en una caída en picado de las ventas de libros de entre un 50 y un 70%, según datos de la Asociación Libro Búlgaro.
Además de fomentar la lectura entre los niños y adolescentes, la campaña “Compra 1 libro” busca apoyar el mercado del libro. Es la presente su tercera edición en lo que va de año, tras las campañas desplegadas en los meses de abril y septiembre. El gremio de libreros ha modificado el mensaje, que ahora es “Compra 1 libro, regálalo en Navidad”. Los editores han dado en llamarlo regalo con causa y con sentido, pues están convencidos de que el libro sigue siendo el presente más valioso e imperecedero que trae cariño, calidez y sosiego.
Adaptado por Yoán Kolev
Versión en español por Mijail Mijailov
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