El Día del humor y la sátira (1 de abril) es fiesta profesional de todos los involucrados en la magia del ilusionismo. En 2022 se cumplen 47 años desde la fundación del Club de los Ilusionistas en Bulgaria, que posteriormente se convirtió en una unión profesional. Con este motivo, por primera vez el 1 y el 2 de abril, en Sofía se desarrollará el Festival Fire Magic. 

“El evento es un indicio de la continuidad y una manera de transmitir el fuego de la magia de una generación de ilusionistas a otra”, explica la idea el organizador y vicepresidente de la Unión de Ilusionistas Borislav Borisov, conocido por el seudónimo artístico de Boby Show.

“Integran el programa una gran variedad de eventos. Comenzaremos por un bazar mágico y demostraciones de los últimos logros en el arte moderno priorizando a los ilusionistas jóvenes. Hemos habilitado rincones mágicos en los cuales los ilusionistas jóvenes harán gala de sus habilidades, rapidez e ingenio. El segundo día se desarrollará un programa competitivo en todos los géneros de la magia.

Un jurado especial de destacados artistas búlgaros del ámbito de la magia premiará a los mejores en las categorías de Ilusionista del Año, Joven Promesa y Favorito del Público. La escuela mágica búlgara siempre ha sido una de las cinco mejores en el mundo, dice con orgullo Bobi Show.

“Bulgaria era el estado de mayor número de ilusionistas per cápita. En el país existían un enorme número de teatros de variedades, restaurantes y distintos locales en que los magos profesionales búlgaros hacían milagros ante el público. Los ilusionistas búlgaros eran altamente valorados no solo en Bulgaria y todos sus espectáculos transcurrían con gran éxito. Lamentablemente en estos momentos el espectáculo de variedades no es tan popular”.

A pesar de esta constatación solo hace una semana el espectáculo Web Burlesque, producido por su teatro de variedades, ganó el premio Ícaro a la innovación, concedido por la Unión de Artistas en Bulgaria.

El propio Borislav se contagió del arte de la magia apenas a los cinco años de edad, durante un espectáculo del gran ilusionista búlgaro Mister Senko. Entonces el pequeño Bobi subió al podio como asistente del mago y se comió una cebolla afirmando ante el público que era una manzana, según se le había dicho, y todo esto se convirtió en historia. Años después, Mister Senko le reveló el secreto de que “para ser ilusionista, uno primero debe engañarse a sí ante el espejo y salir ante el público después”.

Para ser un verdadero ilusionista profesional hacen falta tres cosas: trabajo, mucho trabajo y más y más trabajo. Este es el consejo que Borislav Borisov da a su hija Desislava Dimitrova-Scheherezade, que emprendió su camino. 

“Mi hija se graduó en la especialidad de economía, abrió una oficina y decidió ocuparse de una empresa. Solo unos meses después me dijo que abandona este oficio y desea dedicarse al arte. Cobró gran popularidad y ganó el título de campeona de magia en los Balcanes, en Serbia en 2011, al año siguiente obtuvo la estatuilla Mago del Año en Bulgaria. Visitó en varias ocasiones como invitada especial el Festival Mundial de las Artes en Omán”, cuenta en orgulloso padre. 

Hoy Scheherezade le ayuda en la organización del Festival. Padre e hija esperan que el evento dé impulso nuevo a sus colegas después de los difíciles años de la pandemia.

“La pandemia atestó un golpe muy grave a nuestro trabajo. Tuvimos que interrumpir nuestro contacto con el público que es nuestro espejo. Lo importante es que hay luz en el túnel y este festival revivirá nuestro arte”, dice con optimismo Bobi Show.

Versión al español de Hristina Táseva