En los últimos cinco años las inspectorías en Bulgaria han registrado 2.818 casos de animales que han sufrido daños, trasciende del primero en su género estudio sobre el volumen de las infracciones cometidas contra la naturaleza salvaje en Bulgaria, diseñado por WWF sobre la base de la información oficial de las respectivas instituciones.

Con mayor frecuencia se trata de aves (2.089), siguen los mamíferos (307) y los reptiles (244). La caza furtiva de cabras salvajes se convierte en amenaza para la conservación de la especie, miles de aves son víctimas de la actividad humana, dan la voz de alarma los ecologistas. Hay datos de ejemplares asesinados de la especie protegida de oso pardo.

“Los osos pardos son más propensos a cambiar el territorio que habitan a causa del impacto humano negativo. El fácil acceso a alimentos que han sido echados de manera incorrecta en las aldeas es atractivo para ellos.

Si se acercan una vez a las poblaciones los osos son calificaos como “problemáticos”. Esto eleva el riesgo de un conflicto entre el hombre y el oso, así como el riesgo de caza furtiva”, cuenta Veselina Kavrakova, directora ejecutiva de WWF Bulgaria para la emisora regional de BNR en Vidin.

Es preocupante asimismo la situación los esturiones danubianos que corren un riesgo critico de desaparición. Estos peces sobrevivieron en los últimos 200 millones de años pero hoy afrontan una serie de amenazas como la caza furtiva para el comercio ilegal de carne y caviar, construcción de instalaciones en el agua que bloquean su migración, extracción de arena y grava del lecho del río que destruye los lugares donde echan sus huevas.

A largo plazo todo esto puede provocar la desaparición de los últimos esturiones que procrean en un medio natural en Europa, han alarmado desde WWF y han iniciado su campaña titulada “Hogar común. Futuro común” de protección de los animales salvajes en Bulgaria.