A pocos días del comienzo del nuevo año escolar 2024-2025, se ha planteado la idea de prohibir completamente los teléfonos móviles en las escuelas. Los principales motivos de tal decisión son el bajo rendimiento escolar, la distracción de los alumnos y, sobre todo, los efectos perjudiciales para la psique de los niños y el aumento de la agresividad. Por cierto, según la actual Ley de Educación Escolar, el uso de teléfonos móviles en clase no está permitido, pero esta disposición no es muy respetada por los estudiantes. Por lo tanto, lo único que podría alejar a los adolescentes de sus “dispositivos favoritos”, al menos mientras están en la escuela, sería prohibirlos.

Algunas escuelas en Bulgaria que ya han tomado esta decisión a nivel local informan de resultados positivos: la agresividad entre los niños ha disminuido y han comenzado a comunicarse entre ellos en lugar de mirar fijamente sus dispositivos. Los profesores han notado que los alumnos incluso han empezado a jugar a juegos olvidados en el pasado reciente. Buenos ejemplos en este sentido provienen de algunos países europeos, como Francia e Italia, donde también se han obtenido resultados positivos tras la prohibición de los teléfonos móviles en las escuelas.

Sin embargo, no son pocos los opositores de esta idea que creen que prohibir los teléfonos en las escuelas empeorará la situación. Según Antoaneta Vasileva, del Centro para la Seguridad en Internet y la Asociación de Padres, los niños encontrarán la manera de superar la prohibición, por lo que es mejor recoger los dispositivos al inicio de la jornada escolar. Para Vasileva, es una forma de enseñar a los niños a respetar las normas y conocer los límites, además, en ciertas ocasiones, los teléfonos móviles pueden ser útiles en el proceso de aprendizaje. También hay ejemplos positivos en la práctica docente: algunos profesores utilizan los smartphones para conectar con alumnos mayores y motivarlos a leer determinados textos.

La cuestión es cuál es la medida y dónde hay que poner los límites, ya que los psicólogos y los profesionales de la medicina insisten en que los dispositivos generan adicción. Su impacto es similar al de las drogas. Los expertos han advertido que los videojuegos provocan un aumento de dopamina comparable al que causan las anfetaminas y otras sustancias. Es la estimulación de la dopamina lo que conduce a la adicción.

Dado que los juegos son la principal motivación para que los más pequeños posean un teléfono, el afán por acumular puntos y avanzar en los niveles del juego mantiene en constante actividad las neuronas dopaminérgicas del jugador. La dopamina, liberada bajo la promesa de una recompensa, hace que los niños sean más vulnerables a las tentaciones de la pantalla. Por eso permanecen como encadenados a ella, y cualquier interferencia de los padres provoca arrebatos nerviosos e incluso agresividad en los niños, quienes parecen perder la verdadera noción de la realidad. Es entonces cuando los padres empiezan a preguntarse si este proceso es un entretenimiento para sus hijos o una manipulación comercial intencionada por parte de los creadores de los juegos para teléfonos. Depende del punto de vista, ¿no? Pero es un hecho que cada vez más padres en Bulgaria, y en todo el mundo, se enfrentan a este problema, generalmente cuando ya es demasiado tarde y sus hijos caen en una crisis nerviosa imparable, similar a la de los drogadictos.

Ya adictos a los dispositivos y a los juegos, los “niños pantalla” no controlan sus emociones, se aíslan y se comunican cada vez con más dificultad, tanto con sus padres como con sus compañeros. En Bulgaria, este problema es cada vez más notorio, ya que en la sociedad sigue existiendo la idea errónea de que los niños se vuelven más inteligentes jugando con smartphones desde muy pequeños. Y si los padres están influenciados por la tecnología moderna, sus hijos también perciben este hábito como algo perfectamente normal. Por eso, es poco probable que la resistencia a retirar los dispositivos de las escuelas en Bulgaria disminuya hasta que no haya un verdadero análisis experto de los beneficios y perjuicios de la tecnología digital.

Verisión al español y publicación del material por Borislav Todorov