“He procurado que en el Gobierno haya expertos, que haya continuidad y equilibrio político”, es lo que ha manifestado el primer ministro interino Dimitar Glávchev durante la presentación en la Presidencia de la composición del Gobierno interino que ya ha comenzado su labor. La tarea principal del gabinete será garantizar unas elecciones honestas. “Sin embargo, esto no significa que abandonará el trabajo en el resto de los sectores. El camino europeo de Bulgaria continúa”, ha aseverado el primer ministro interino. 

Uno de los objetivos de Bulgaria es la adhesión a la zona del euro y el propósito es que esto suceda a principios de 2025. Según un informe del Banco Mundial, este objetivo está en riesgo por la inestabilidad política y las seis elecciones anticipadas, lo cual amenaza con ralentizar la inercia en la celebración de las reformas.

 “Bulgaria no puede adherirse a la zona del euro el 1 de enero de 2025 ya que todavía no se ajusta al criterio de la inflación”, ha señalado el economista Petar Ganev. Es posible que hasta finales del año en curso esto suceda, pero lo que debe hacer la Asamblea Nacional es aprobar la ley para la introducción del euro que en estos momentos está sometida a un debate público”.  

Ganev ha expresado la duda de que al Parlamento actual “le alcance el tiempo hasta las elecciones para aprobar la Ley, pero si la adhesión se pospone en unos meses o en un año probablemente el plazo no será tan urgente”.

El ex ministro de Economía Nikolay Vasilev ha recordado que el resto de los países miembros esperaban que Bulgaria se adhiera a la zona del euro en 2023 junto con Croacia. Esto no sucedió y, en sus palabras, el ex ministro de Finanzas ha contribuido a ello.  

 “Asen Vasilev estaba en contra de la entrada en la zona del euro en 2021. No sé en qué año cambió de opinión, pero me alegro que es así. Es una cosa decir que estás a favor de algo y otra desarrollar políticas que conduzcan al país hacia allí. Como ministro de Finanzas pospuso la fecha de la adhesión de 2023 a 2024 por primera vez, y de 2024 a 2025 por segunda, y ahora probablemente Bulgaria no se adherirá en 2025”, ha explicado Nikolay Vasilev y ha agregado que hay otro obstáculo para Bulgaria que son los grandes déficits presupuestarios que hacen que Bulgaria no sea deseada en la zona del euro.

Los procesos políticos en Bulgaria tal vez incidirán en la velocidad con la cual el país se adherirá a la zona del euro y a Schengen, opina el economista Rumen Galabinov pero no se muestra preocupado por ello. 

“No creo que sea una demora fatal, del orden de 3 a 6 meses, por ejemplo, pero siempre y cuando el país logre adherirse al espacio Schengen como miembro de pleno derecho por tierra en el marco de 2025”.

A su juicio, en Bulgaria hay otro grave problema: está en marcha la máquina de la desinformación y se insuflan miedos relacionados con la zona del euro.

“En los últimos 10 años países que no pertenecen a la eurozona como Hungría, Polonia y la República Checa se retrasan en cuanto al aumento de los ingresos y del estándar de vida en comparación con los miembros de la zona del euro. Nadie debería preocuparse que será más pobre, todo lo contrario, será más rico. En lo que se refiere a los precios, éstos van aumentando incluso ahora, cuando el país no está en la zona del euro”.  

El economista nos llama la atención a otro asunto clave: los medios del Plan de Recuperación y Sostenibilidad y recuerda que el año pasado Bulgaria no recibió dinero de esta fuente.

“Este año deberían hacerse esfuerzos máximos para que el país obtenga el segundo y el tercer lote. De lo contrario, hasta mediados de 2026, cuando expira el plazo final para la implementación de estos medios, Bulgaria corre el riesgo de perder casi la mitad del dinero por falta de tiempo para implementarlo y llevar a cabo los proyectos nacionales”. 

Traducido y publicado por Hristina Táseva