Se cumplen 116 años de aquel 22 de septiembre de 1908 cuando Bulgaria ocupó su lugar de pleno derecho entre el resto de los países libres e independientes de la Europa de aquel entonces. A diferencia de la Unificación, la proclamación de la Independencia es un acto puramente político, pero este hecho no hace que lo que sucedió en esta fecha sea menos importante o digno.
En el mundo en que vivimos hoy, sin embargo, la importancia de palabras como unificación e independencia se ha reducido, cediendo lugar a múltiples situaciones banales y conversaciones triviales que el día a día nos obliga mantener. Por esto en días como hoy vale la pena pensar si siguen existiendo temas que nos unan y nos permitan superar los tópicos de la actualidad que solemos barajar.
“Lamentablemente son cada vez menos los temas que podrían unir a la sociedad”, explica en una entrevista para Radio Bulgaria el poeta y escritor Iván Lándzhev. Temas que hasta hace poco no se sometían a debates ahora son un motivo para disputas, conflictos y división en la sociedad. Esto muy evidente, no digo nada novedoso al señalar el tema”, ha agregado. “Los altercados en nuestro día a día son tantos que incluso comenzamos a diputar por las fiestas laicas, las religiosas, las patrióticas, si éstas merecen ser celebradas o no. Los búlgaros tienen una urgente necesidad de tres, o de cinco temas, respecto a los cuales podamos ser absolutamente unánimes, pero parece que es cada vez más difícil encontrarlos”.
El escritor reconoce que en estos momentos no ve temas de esta índole y por esto busca sus propios oasis para salvarse por cierto tiempo del entorno social plagado de tensión y todo tipo de expectativas.
“En mi caso estos oasis siempre han sido relacionados con el arte y no me refiero solamente a la literatura, la música, las bellas artes y el deporte, etc. Por un lado, busco salvación en la estética, por otro mencioné el deporte no por casualidad ya que el ejemplo inspirador de los altos logros humanos también es un oasis, pero no puedo dar una receta universal para una escapada para la sociedad. Por esto el tema de la independencia es tan acuciante. En estos momentos los críticos más ruidosos en el espacio púbico, que afirman que Bulgaria no es un país independiente, en realidad son personas que tienen profundas dependencias políticas. Se debe hacer diferencia entre la independencia en un sentido abstracto de la palabra y los vínculos y los tratados de los cuales Bulgaria forma parte. En las declaraciones públicas de los políticos se hace hincapié en ejemplos de la historia del Renacimiento búlgaro y los héroes nacionales que evolucionaron en condiciones más distintas, en las cuales no existía un Estado independiente. Sus acciones revolucionarias eran absolutamente acertadas. En el momento actual Bulgaria necesita de normalidad, de entendimiento entre las personas y de un respeto a la elección que ya se ha hecho y los valores que provienen de ésta. Necesitamos de normalidad y no de heroísmo y patetismo revolucionario”.
A Iván Lándzhev le costó mucho tiempo seleccionar los textos para el compendio con ensayos, historias y fragmentos titulado Sobre la casualidad inevitable que salió mientras se encontraba en los EEUU como becario del programa Fullbright. El autor reconoce que hasta el último momento no estaba seguro al 100% cuáles de sus textos merecían encontrar su lugar en las páginas del libro. Uno de los textos de los cuales tenía mayores dudas era el ensayo Selfi búlgaro, que cobró gran popularidad.
“Se trata de un texto patriótico en el cual el amor por la patria es una emoción de primera línea. El hecho de que me permito indicar contrariedades no significa que en este texto el amor no esté en primer lugar. Desde luego, si uno ama a su patria, como a su familia, les desea lo mejor y puede permitirse decirles algunas cosas directamente. Cuando escribo textos públicos críticos, lo hago precisamente porque amo Bulgaria y creo en el potencial de los búlgaros”.
Fotos: Facebook/Iván Landzhev
Versión al español de Hristina Táseva
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