El 24 de septiembre marca la creación de la nueva asociación búlgara en Albania, Asociación de Identidad Búlgara, registrada en la ciudad de Tirana. Su presidente es Besim Mucha.

Besim nació en la aldea de Orzhanovo en la región de Golo Bardo, donde trascurrió toda su infancia. Después se trasladó a la ciudad de Elbasan, donde continuó su educación en la escuela profesional de construcción y después se graduó como ingeniero constructor en la ciudad de Tirana, convirtiéndose en un exitoso empresario. No faltaban las dificultades por su camino: 

“Nos miraban de una manera distinta. Nos miraban con desprecio, nos llamaban “golo” (así apodaban a todos los ciudadanos de Golo Bardo durante la época comunista), independientemente del lugar dónde íbamos o trabajábamos, tanto en Elbasan, como en otras ciudades. Quienes de nosotros hablaban otro idioma no caían bien a los demás”, dice para Radio Bulgaria nuestro compatriota de Albania, recordado el pasado.

En su familia, igual que en muchas otras, siempre se hablaba en búlgaro, su madre no dominaba el albanés. Besim aprendió el albanés cuando tenía apenas 7 años de edad y se matriculó en la escuela primaria. La comunicación en la aldea se realizaba únicamente en búlgaro y esto simplificaba la conservación del idioma y de las tradiciones.

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Besim Mucha conoce la región de Golo Bardo como la palma de su mano, ya que creció allí, y a pesar de haber abandonado la aldea, nunca se separó de sus raíces. Con frecuencia regresa a Orzhanovo, donde plantó unos 300 nogales y avellanos. El señor Mucha conoce bien los problemas de la región y las necesidades de la minoría búlgara que vive allí. Señala que los dos mayores problemas son la infraestructura vial y la asistencia sanitaria. 

“Las carreteras se encuentran en estado deplorable. No hay carretera, no hay nada, no hay incluso ambulancia. La región está completamente abandonada. Los jóvenes se han ido y para el resto de las personas en la aldea no hay asistencia médica adecuada. Hay solamente una mujer que trabaja como enfermera desde hace 35 años, pero ella no tiene consultorio, donde pueda recibir a los pacientes para ayudarles. Por esto decidí prestar ayuda y construir algo con una parte de mis ahorros”, cuenta él para Radio Bulgaria.

Besim Mucha (izquierda) y el embajador de Bulgaria en Tirana, Ivaylo Kirov (derecha)

Teniendo en cuenta estos problemas nuestros compatriotas fundaron una nueva organización pública denominada Asociación de Identidad Búlgara. Como se ve del nombre, su objetivo es ayudar a la minoría Nacional en Golo bardo y conservar la identidad, el idioma y la cultura.

Los objetivos de la Asociación comprenden la identificación de las personas con conciencia búlgara, su aproximación y prestación de apoyo, ya que según Besim, si las personas no se aproximan y no se les respalda, comienzan a distanciarse uno del otro.

“Mi deseo es restaurar la carretera que no se puede utilizar y está totalmente destruida. Durante el próximo año me propongo asignar una ambulancia para la aldea. Hay un puente que debe construirse, hacen falta muchas inversiones en el lugar. Creo que puedo ayudar, pero no puedo ocuparme solo con todo esto ya que la carretera no puede ser renovada por una persona. Dispongo de la antigua casa de mi padre y puedo convertirla en un centro médico. Tengo el deseo y la posibilidad de servir a la comunidad. Tengo 65 años de edad, vivo en Tirana, pero pienso en las personas que están en la aldea”, dice Basim Mucha. 

A la pregunta de si Bulgaria ha hecho lo suficiente para sus ciudadanos que viven fuera del país Besim dice que está agradecido porque Estado búlgaro reconoce y se muestra interesado en sus ciudadanos. A pesar de esto, a juicio del señor Mucha, no se ha hecho una inversión real en su aldea natal y hace falta un apoyo mayor.Subraya que los ciudadanos de Golo bardo son un pueblo que ha sufrido mucho y ha sido muy infravalorado sobre todo durante el régimen comunista. 

Por esto, a pesar de que es jubilado, continúa pensando en su comunidad y desea apoyar la conservación de la identidad, la cultura y el idioma de esta pequeña Bulgaria. Insta a todos: “¡Hagamos algo!”.

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