A petición de la Fiscalía Europea se llevaron a cabo registros en Sofía, Burgas, Petrich y Rila en el marco de una investigación sobre un presunto fraude con fondos de la Unión Europea durante la restauración de una iglesia.

En 2017 Se realizó un concurso público para la restauración de frescos y detalles arquitectónicos de un templo del siglo XII, declarado monumento histórico y cultural. El proyecto está financiado por el programa de cooperación transfronteriza Interreg IPA de la UE.

Según la investigación, la empresa adjudicataria subcontrató los trabajos, que a su vez contrató a otro subcontratista para realizar la restauración. La primera empresa recibió 198.000 euros, de los cuales pagó 70.000 a los dos subcontratistas y se quedó con los 128.000 restantes sin realizar actividad alguna y en detrimento de los intereses financieros de la Unión Europea.

No está claro el nombre de la iglesia incluida en el proyecto, ni el pueblo donde se ubica.