Hace 105 años, el 27 denoviembrede 1919, enel suburbioparisiensedeNeuilly-sur-Seine fue firmado unTratado que oficialmente ponía el fin de la participación de Bulgaria en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Los historiadores califican el documento como “una nueva catástrofe nacional para el país” ya que fueron desintegradas del territorio búlgaro regiones históricas búlgaras como la de Struma, Bosilegrad, Tsaribrod y la mitad de Kula, el país fue privado de su salida al mar de Mármara a través de Tracia occidental, se consolidó la división de Macedonia entre Serbia y Grecia, y Bulgaria fue privada de Dobrudzha del sur, el trigal de Bulgaria. Hace tiempo el académico Gueorgui Markov lo calificó como un Tratado-Dictamen, según el cual 600 000 búlgaros quedaron fuera de las fronteras de la patria.   

En relación con este documento clave para la historia de Bulgaria y con motivo del Día de las regiones extremo-occidentales, 8 de noviembre, el Instituto de Análisis Históricos, adjunto a la Academia de Ciencias de Bulgaria organizó recientemente en Sofía una conferencia científica sobre el tema “Los Balcanes Occidentes búlgaros: historias y perspectivas”. El foro fue organizado asimismo con motivo del 100 aniversario de la fundación de la Organizaciones de Refugiados de las Regiones Extremo-Occidentales que se fundó después del Tratado de Neuilly del año 1919. El evento contó con la presencia del ministro interino de Exteriores Iván Kondov. Fueron presentadas 25 ponencias que abarcan el tema en plan histórico, diplomático, demográfico, geográfico, estadístico y sobre todo en plan político.  

En su mensaje de saludo al foro la directora ejecutiva de la Agencia Ejecutiva para los Búlgaros en el Extranjero Rayna Mandzhukova planteó la preocupante tema de la despoblación de las zonas extremo-occidentales.

El presidente del Centro Cultural e Informativo en Bosilegrad Iván Nikolov hizo una retrospectiva del estado de los búlgaros en las regiones extremo occidentales o Serbia oriental, como los llaman en Belgrado.

“El problema principal de toda política de conquista es qué hacer con la población en el territorio ocupado. Si este problema en Macedonia primero se resolvía mediante la imposición de una doctrina serbia y luego de una política macedonia orientadas a la población búlgara y la creación de una nueva nación macedonia que se contrapone a Bulgaria, en la regiones extremo-occidentales se aplican los métodos de la paulatina imposición de la doctrina serbia y la despoblación de las regiones donde hay búlgaros. Hasta principios de las Segunda Guerra Mundial un tercio de la población búlgara había abandonado los territorios ocupados y emigró a Bulgaria, Europa y EEUU bajo la presión de esta política”.

El presidente del Centro Cultural e Informativo en Bosilegrad presentó datos según los cuales en el periodo de 1948-1971 el número de los búlgaros en la ex Yugoslavia disminuyó levemente de 62 000 a 58 000, después de lo cual, sin embargo, comenzó a disminuir drásticamente: en 1981 había 36 000 búlgaros, en 1991, 25 214, en 2011 eran 18 543, en 2021 ya sumaban 12 918 personas. “Según los pronósticos del Instituto Nacional de Estadística de la República de Serbia en los próximos dos decenios bajará aún más, alarma Nikolov y recuerda que el idioma del odio ha alcanzado volúmenes amenazadores para la vida normal de los búlgaros en Serbia y para las relaciones normales de los dos países vecinos. 

“El hecho de que Serbia y Bulgaria siempre han pertenecido a distintos espacios geopolíticos hace casi imposible el diálogo para resolver los problemas en la vida de la minoría búlgara de una manera que garantice su supervivencia y desarrollo en el marco del Estado serbio. En tales condiciones las perspectivas que se perfilan no son nada optimistas. Los duraderos procesos históricos que apuntan a eliminar la identidad búlgara y la despoblación de regiones búlgaras en Serbia continúan y son irreversibles. Se han intensificado por los procesos comunes de la migración desde las pequeñas poblaciones hacia las grandes ciudades. Los búlgaros de las regiones extremo-occidentales postulan a la ciudadanía búlgara en busca de una vida mejor. Los jóvenes se orientan a la educación búlgara y no regresan a sus pueblos natales ya que no tienen la oportunidad de realización. No hay economía operante. Los empresarios búlgaros no son admitidos allí. Los empresarios serbios no tienen interés de trabajar en estas regiones. Las compañías de minería internacionales están atraídas por las perspectivas de excavar metales sin control dejando al medio ambiente contaminado. Actualmente los habitantes de las regiones extremo-occidentales son personas de edad avanzada, la natalidad es baja y los niveles de mortalidad son altos”, en estos términos ha descrito los parámetros de la crisis el líder de la minoría búlgara en Bosilegrad. 

El ex cónsul general búlgro en Nis Dr. Edvin Sugarev presentó una ponencia de 14 puntos en los cuales describe detalladamente el estado actual y los pasos necesarios para resolver los problemas de la minoría búlgara en Serbia.

“Si Serbia se convierte en parte de la UE uno de los peligros potenciales en la Península Balcánica desaparecerá. Cuando hay una minoría discriminada y cuando Bulgaria era presidente del Consejo de Europa, el país podría haberlodicho con claridad: “Bulgaria apoya, pero hasta el punto en que la minoría búlgara en el marco de Serbia tenga una vida digna. Esto no fue hecho y este es uno de los grandes pecados que tenemos. Es muy fuerte la postura que adoptará Bulgaria sobre la adhesión o la no-adhesión de Serbia a la UE. Hay un aspecto negativo y este es si Serbia desea adherirse a la UE o no”. 

A juicio de Iván Nikolov, a pesar de la activa política cultural y de ilustración de las instituciones búlgaras en las regiones exremo-occidentales, “en el espacio público búlgaro se oye hablar cada vez menos de los problemas de los búlgaros en las zonas extremo-occidentales”. De allí viene el escaso interés de los partidos políticos búlgaros hacia ellos: “La causa Regiones extremo occidentales no trae votos en las elecciones. La disminución de la población búlgara allí reduce su importancia y el interés de la sociedad búlgara hacia ellos”, dice en conclusión Iván Nikolov y agrega con lágrimas en los ojos que debe pronunciar estas palabras.

Fotos: Ivo Ivanov, aba.government.bg, BGNES, rtcaribrod.rs

Versión al español de Hristina Táseva