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Hoy es Bábinden, una de las fiestas búlgaras más queridas y más auténticas, con sus profundas raíces en la tradición popular. Se celebra el 8 de enero a la nueva usanza y está dedicada a las mujeres que antaño ayudaban a las jóvenes novias en el parto: las abuelas (‘baba’, abuela en búlgaro).
Esta costumbre va acompañada de una serie de rituales relacionados con las creencias sobre la fertilidad, la salud y la longevidad. En algunas regiones de Bulgaria, estas antiguas tradiciones se siguen respetando a día de hoy. La esencia de Babinden es la veneración de la mujer, creadora de vida. Las abuelas, como guardianas del conocimiento ancestral, desempeñan un papel principal en los rituales de este día. Ellas bañan a los recién nacidos, los ungen con miel y mantequilla, símbolo de la buena salud, y espolvorean hierbas medicinales sobre las madres, para que sea liviano el comienzo de la nueva vida.
Uno de los momentos más divertidos de esta celebración es la oportunidad que les brinda a las mujeres para gastarles bromas a los hombres. En este día, las mujeres pueden dar rienda suelta al humor y a las trastadas. Y los hombres tratarán de "salvarse" de estas travesuras, ofreciéndole dinero a la abuela.
La culminación de la fiesta es el baño de la abuela, que será llevada en brazos hasta el río o la fuente más cercana para que la bañen con agua. Esto simbolizará el cierre del ciclo de gratitud hacia ella, por su papel en la bienvenida del recién nacido a la nueva vida.
Babinden es mucho más que una costumbre - es una forma de expresar la admiración hacia la mujer que da vida y que preserva la tradición. Esta fiesta combina las antiguas creencias búlgaras, rituales mágicos y la alegría popular, convirtiéndose así en un legado cultural sin igual. En algunas partes de Bulgaria, esta vieja costumbre continúa viva, para recordarnos la importancia de las tradiciones y de nuestro lazo con el pasado.
Autor: Veneta Nikolova
Versión en español: Alena Markova
Fotos: BTA, BGNES, Facebook/Las raíces búlgaras
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