El 9 de marzo la Iglesia Ortodoxa Búlgara venera la memoria de los cuarenta mártires de Sebaste. Se trata de 40 nobles soldados que se negaron a venerar a los antiguos dioses paganos y en el año 320 murieron como mártires por su fe en Cristo. El 9 de marzo es fiesta de la iglesia Cuarenta Santos Mártires en Veliko Tarnovo, un lugar de suma importancia para la estatalidad búlgara que conserva dignamente la memoria de los gloriosos zares de Tarnovo.
El complejo medieval acurrucado cerca del Yantra en el lugar donde el río serpentea entre las dos colinas históricas de Tsarevets y Trapézitsa. Incluso después de la caída bajo yugo otomano cerca de esta sede espiritual vivían artesanos, comerciantes y clérigos búlgaros. Hasta nuestros días se conservan siete templos, algunos de los cuales siguen funcionando.
La más emblemática para la capital medieval de Bulgaria, Veliko Tarnovo, es precisamente la iglesia Cuarenta Santos Mártires. Su historia se entrelaza con los sucesos más importantes de la época del Segundo Reino Búlgaro (1185-1396) y después de la Liberación de Bulgaria en 1878 el templo volvió a ser escenario de sucesos clave que predefinieron el futuro del Estado resucitado.
Los niños búlgaros conocen desde la escuela la historia de la gloriosa batalla del zar Iván Asen cerca de la aldea de Klokótnitsa. En la temprana primavera de 1230 en ese lugar los búlgaros derrotaron al ejército del déspota de Epiro Teodoro Comneno Ducas. Después de la victoria de los búlgaros el soberano fue capturado junto con su familia y su séquito. La victoria tuvo lugar precisamente el 9 de marzo y fue concebida por los búlgaros como una señal de que tendrían la protección de los Cuarenta Santos Mártires. El zar Iván Asen II construyó el homónimo templo para glorificar el espíritu militar y las gloriosas victorias de todos los soberanos búlgaros.
En aquel entonces Tarnovo era una fortaleza del cristianismo ortodoxo con más de 50 templos que funcionaban y que eran considerados base de su prosperidad: 23 en la colina de Tsarevets (con 4 monasterios urbanos) y 21 en la colina de Trapézitsa (con 21 monasterios).
El templo Cuarenta Santos Mártires se convirtió en panteón de los primeros constructores del Estado búlgaro ya que allí se conservan las tres columnas de los primeros grandes soberanos: la del kan Omurtag del siglo IX, la columna del zar Iván Asen II del año 1230, así como un fragmento de una columna fronteriza de la época del lan Krum que tiene más de 1 200 años.
Se trata de unos de los más importantes monumentos epigráficos protobúlgaros y el hecho de que se encuentran en el mismo lugar, a pesar de que fueron creados en épocas distintas, tiene por objetivo subrayar de manera categórica la continuidad del Estado búlgaro.
El templo Cuarenta Santos Mártires afrontó muchas vicisitudes a lo lago de los años. Durante la época otomana fue convertido en una mezquita y a los cristianos no se le permitía que accedieron allí. A pesar de esto hoy en día lo que creó el zar Iván Asen sigue en su lugar y es una prueba indiscutible de las obras de los grandes soberanos y de la fe en Dios con la cual el pueblo búlgaro atravesó los momentos más oscuros de su historia.
Hoy la iglesia Cuarenta Santos Mártires es un monumento de la cultura y a pesar de que ya no funciona, el día de su fiesta se oficia una misa en presencia de creyentes que llegan de distintas partes del país. El relato del guía turística Svetlana Petkova nos llama la atención al Monasterio la Gran Laura parte del cual otrora era la iglesia de los Cuarenta Santos Mártires.
Durante las excavaciones que comenzaron después de la Liberación de Bulgaria allí fue fundada la primera asociación arqueológica encabezada por Marín Drinov y Vasil Berón. “Sin embargo, las más importantes investigaciones arqueológicas comenzaron en tiempos del zar Fernando y no se llevaban a cabo solo en las colinas de Tsárevets y Trapézitsa, sino en los restos de la ciudad rumana de Nikopolis y en la iglesia de Cuarenta Santos Mártires”, cuenta Svetlana Petkova y nos recuerda la curiosa historia relacionada con uno de los médicos de mitades del siglo XIX Hristo Daskalov. Entonces él logró curar a la mujer de valí turco y al imam del monasterio musulmán que estaba en el lugar de la iglesia en aquel entonces. Para agradecérselo los tucos le permitieron entrar en la iglesia y este médico logró copiar con gran precisión todas las inscripciones auténticas de las columnas de Krum, Omurtag e Iván Asen II y los envió a los especialistas rusos en idioma eslavo. En 1860 el mundo civilizado dirigió su mirada hacia este lugar sagrado para los búlgaros”.
En este templo el príncipe Alejandro de Bamberg fue proclamado primer soberano de la Bulgaria libre. El príncipe Fernando, tomó el poder en la antigua capital búlgara. Durante las guerras de principios del siglo XX en la iglesia Cuarenta Santos Mártires fueron consagradas las banderas de combate búlgaras. Por esto, en palabras de los historiadores, esta iglesia es de gran importancia no solo en la historia medieval búlgara, sino en la más reciente.
Fotos: museumvt.com, bulgariatravel.org, bghistorypictures.wordpress.com
Traducido y publicado por Hristina Táseva
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