El 30 de marzo pone el punto final a la época más bendecida del año, como suelen llamar al mes del Ramadán las personas que confiesan el islam. Este año el mes comenzó el 1 de marzo y la obligación más sustancial de los musulmanes en este periodo de 30 días es el ayuno: la abstención de comidas, alimentos y tentaciones desde la salida hasta la puesta del sol, que debe ayudar a la persona que observa el ayuno a ser mejor, más compasiva y concentrada en lo espiritual. 

Se cree que el Ramadán es el mes que lidera el resto de los meses en el año. En su primer día fue celebrada la cena iftar que fue organizada por el presidente de Bulgaria. El inicio de esta tradición fue puesto por el presidente Petar Stoyanov (1997-2002) y se consolidó en el tiempo como una única forma de respeto que pone en primer plano el respeto al otro y la buena vecindad.

“Este año una vez más el presidente Rumen Radev invitó no solo a la comunidad musulmana, sino a todos los líderes de las comunidades religiosas a celebrar juntos la primera cena iftar y para el equipo del programa en turco de Radio Bulgaria era una alegría estar entre ellos. Como dijo el presidente en su discurso, en estos tiempos difíciles esto es un ejemplo de tolerancia. Así comenzó el mes del Ramadán”, cuenta nuestra colega Sevkiye Cakir. 

El papel de la cena iftar es reunir a las personas alrededor de la mesa, independientemente de su religión. La beneficencia es lo que sale en primer plano. Durante todo el mes, comenzando por la Oficina del muftí y llegando a familias comunes y corrientes en ciudades y aldeas, los musulmanes organizan cenas como esta, a la cual están invitados familiares y personas de la comunidad que afrontan dificultades. 

“El papel del iftar es reunir a personas en una situación desfavorecida y de esta manera todos los miembros de la comunidad se aúnan. Por ejemplo, hace días en la ciudad de Momchilgrad tuvo lugar la más grande cena iftar que reunió a 3 mil personas al aire libre. No se hace una invitación, se anuncia que habrá tal cena y están bienvenidos todos quienes lo deseen”, explica Sevkiye. 

La fiesta del Ramadán es antecedida por el Día arife en que se recuerdan los familiares y amigos que ya no están entre nosotros. “Esto es algo que se parece al día de difuntos en el cristianismo. En las casas se prepara masa de harina, se hacen mekitsi que se reparten a vecinos, familiares y personas que pasan por la calle. Antes de que llegue el Bayram se limpian los cementerios, independientemente de si son cristianos o musulmanes.

El Ramadán es la época del año en que los jóvenes visitan a sus padres y familiares mayores de edad para besarles la mano y demostrar su respeto. Es una fiesta esperada que en muchos hogares musulmanes en Bulgaria es recibida con una dosis de tristeza: 

“La situación en Bulgaria es tal que los jóvenes no están aquí, sobre todo si hablamos de las aldeas. Ellos están en el extranjero, logran regresar en verano, durante las vacaciones y por esto la mesa está vacía. Los padres ancianos esperan a alguien que toque a la puerta por casualidad. Hay alegría, hay también tristeza y esto se siente en nuestros programas en turco. No hay una persona, una carta o llamada telefónica que no diga lo siguiente: “Mis hijos están en Inglaterra, Alemania, Francia, yo los quiero, una vez más les envío mi bendición y amor, pero este año tampoco están aquí”. Esto es lo más triste y comparto la tristeza de todos los ciudadanos búlgaros ya que este es el destino de nuestra patria Bulgaria: los jóvenes están lejos. Hoy en las aldeas muchas personas esperan que alguien les bese la mano ya que lo más importante en el Bayram es que los jóvenes besen la mano de sus padres acianos, que les piden perdón y que estén a su lado”.  

Dicen que la vida es una serie infinita de Ramadanes, para algunos este es el primero, para otros será el último, este es el círculo de la vida. El tiempo que tenemos en la tierra es inapreciable, por esto debemos utilizarlo para obrar bien, identificarnos con los problemas del prójimo y de la sociedad como manda el día de hoy.

¡Feliz Bayram a todos los musulmanes en Bulgaria y por el mundo! ¡Que abunde la salud en cada hogar, que proliferen la alegría y las buenas obras!

Fotos: BGNES, BTA, BNR, Archivo personal de Sevkiye Cakir, Ayuntamiento de Momchilgrad, archivo

Traducido y publicado por Hristina Táseva