El Ludogorets consiguió un empate sin goles ante 8.000 espectadores en su partido fuera de casa contra el club croata Rijeka en el primer partido de la segunda ronda de clasificación de la Liga de Campeones. El juego de los búlgaros no estuvo a nivel europeo, por lo que fueron criticados por su entrenador Rui Motta. Pero el Ludogorets aprovechó que, aunque más activos sobre el terreno de juego, los locales también cometieron errores.

El portero del Ludogorets, Hendrik Bonman, realizó dos paradas decisivas. El minuto 16 fue el momento más polémico. Tres jugadores del Rijeka salieron solos contra el Bonnman. El portero salió del área y realizó un split contra Niko Jankovic, que cayó al suelo. El equipo local pidió tarjeta roja pero el árbitro, tras determinar que no hubo contacto, no reaccionó.

Tras el empate 0-0 en Croacia, todo se decidirá la próxima semana en el partido de vuelta en Razgrad.

Redactor: Ivo Ivanov

Traducción en español y publicación: Vladislav Púnchev 

Foto: BTA