Bulgaria depende en gran medida de industrias intensivas en carbono y es especialmente vulnerable al riesgo de que estas se trasladen a países con normas medioambientales menos estrictas, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo y disminución de la actividad económica. Por ello, es importante que el Estado búlgaro supervise de cerca la aplicación del Mecanismo de Ajuste de las Emisiones de Carbono en las Fronteras (CBAM) y establezca mecanismos para evaluar su impacto en la economía nacional. Así lo señala el Consejo Económico y Social en su análisis titulado CBAM: retos para la industria búlgara y vías para superarlos.

Entre los principales riesgos relacionados con el encarecimiento de la producción se encuentra el denominado “dumping climático”, que se produce cuando terceros países, por elección propia o por falta de capacidad, no aplican plenamente las normas medioambientales, manteniendo así unos costes de producción más bajos y precios más competitivos. En respuesta a este problema, la Comisión Europea introduce el CBAM para garantizar la igualdad de condiciones entre los productores europeos y los externos.

Foto: El Consejo Económico y Social

Redactora: Miglena Ivanova

Versión al español y publicación por Borislav Todorov