Recientemente el Imperial College London (ICL) ha resumido y publicado interesantes datos sobre la estatura de las poblaciones a lo largo de los últimos 100 años. El estudio ha sido realizado por 800 investigadores, que han descubierto que holandeses y letones son los más altos del mundo, aunque los iraníes y los surcoreanos han aumentado su estatura en 16,5 y 20, 2 cm, respectivamente, lo cual es todo un récord.
¿En qué lugar están los búlgaros, y por qué se presta atención a este estudio? Se lo hemos preguntado al profesor Ivo Kremenski, asesor nacional del Laboratorio de Diagnóstico Genético de la Universidad de Medicina de Sofía.
Este es el primer estudio que abarca a más de 200 países. Según los científicos, el crecimiento es fácil de medir, y es un buen indicador del desarrollo de un país y de su población. En el estudio se han investigado dos momentos clave: el genético (la longevidad de una población) y cómo ha crecido esa población en los últimos 100 años. Son dos cosas distintas. El crecimiento es el indicador más importante y refleja sobre todo, no los factores genéticos, sino la alimentación, el entorno, el clima social y el desarrollo de la sanidad. Se han estudiado más de 19 millones de personas. A través de los análisis que se harán, se podrán predecir las deficiencias y la dirección del desarrollo de la salud humana a largo plazo. Los 10 países con un crecimiento más rápido son todos europeos. Esto demuestra que los Estado del bienestar tienen un mayor desarrollo. En esta curiosa clasificación destaca que las mujeres búlgaras han pasado del puesto 83 en altura mundial al 30 en sólo un siglo, mientras que los hombres han subido del 38 al 30. Bulgaria se encuentra entre los 30 primeros países con un marcado aumento en el crecimiento. La tasa de crecimiento refleja las características genéticas. Entre las personas más altas el riesgo de enfermedades cardiovasculares es más reducido, pero la prevención debe centrarse en el cáncer de colon en los hombres y en el cáncer de mama y de ovario en las mujeres, declara el prof. Kremenski.
Respecto a los rasgos genéticos de los búlgaros y nuestro estado de salud, tenemos una ventaja: somos muy heterogéneos genéticamente. Debido a nuestra situación geográfica en Europa, por nuestro territorio han cruzado durante siglos varias rutas migratorias, gracias a lo cual es más baja la tasa de enfermedades raras de origen genético, que actualmente son más de 7.000.
El prof. Kremenski afirma que Bulgaria hace 35 años contaba con un Programa Nacional de Prevención de Enfermedades Genéticas, y en ese aspecto está entre los primeros países europeos. Actualmente se ocupa solamente de algunas enfermedades. Por ejemplo, con recursos de la Seguridad Social se examina a todos los recién nacidos para detectar tres de las enfermedades genéticas más comunes. Se realizan pruebas gratuitas muy fiables a embarazadas para buscar anomalías genéticas como el Síndrome de Down.
Respecto a la importancia de desarrollar este tipo de programas estatales para la prevención y el diagnóstico de enfermedades genéticas en Bulgaria, el prof. Kremenski opina lo siguiente: Debido a la falta de un programa, de 65 o 70.000 embarazadas que lo necesitaban anualmente, sólo se hacen pruebas a unas 25.000. Esto demuestra que no están lo suficientemente informadas sobre estos servicios. Bulgaria necesita de cinco a seis laboratorios en los centros universitarios, iguales al que tiene nuestra universidad desde hace meses, donde poder llevar a cabo investigaciones genéticas de calidad y accesibles para todos. Actualmente hay más de 30 laboratorios que lo hacen de forma no controlada, y si se comete un error, las consecuencias son muy graves. En conclusión, la Sanidad en Bulgaria reclama urgentemente medidas reguladoras. Uno de los principales pasos en Medicina preventiva es informar a la gente, así como preparar un registro genético nacional centralizado disponible para todos quienes necesiten atención médica. Es importante saber quiénes están enfermos, cuál es la característica genética de la mutación, qué nos espera. Debe haber un registro electrónico. Los últimos años en Bulgaria se han descubierto 15 nuevas enfermedades genéticas y 350 nuevas mutaciones en enfermedades como distrofias musculares y atrofias, beta-talasemia mediterránea, entre otras, dice el profesor Kremenski, visiblemente preocupado por la situación.
Versión en español por Marta Ros
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