A principios del siglo XX Varshets era conocida como el Baden-Baden búlgaro. Tranquila y sosegada, en las estribaciones de las laderas septentrionales de la Cordillera de los Balcanes, en medio del frescor de los bosques mixtos, esta pequena villa parece vivir aún en la época de su gloria aristocrática. Centro de celebridades y gente acomodada de inicios del siglo pasado, Varshets era atractiva tanto por sus manantiales de aguas minerales curativas como por su clima suave y la naturaleza inspiradora. La ciudad se mantiene lejos de la carrera frenética por atraer turistas y construcciones grandiosas, como pretendiendo conservar la tranquilidad y la riqueza de su pasado histórico. Es sólo allí donde los conocedores del arte del paisajismo realmente pueden admirar la maestría de los jardineros que crearon el excepcional conjunto del parque “El jardín soleado” y el romántico “Paseo de los plátanos”.


En este centro balneario se encuentra también el segundo parque más grande de Bulgaria creado de forma artificial, donde crecen especies exóticas importadas expresamente. Para conservarlas se ha creado un sistema de riego que atraviesa toda la población y mantiene constante la humedad del aire serrano puro.

El parque forestal de la localidad fue creado en 1912 por un proyecto del Dr. Damian Ivanov, el primer médico balneólogo de Bulgaria, quien adquirió su formación en Austria. En el parque, de una superficie de 80 hectáreas, predominan las coníferas. Los especimenes más valiosos son la secuoya, el liriodendrón o tulipero, el cedro, ginkgo biloba, la magnolia, el caquí o palosanto, y otros. Un auténtico erudito con abundantes conocimientos en diversas esferas, el Dr. Damian Ivanov centró todo su potencial en Varshets para convertirla en un centro balneario exclusivo de nivel europeo.

Gracias al proyecto “Parque ecológico de descanso y turismo de la ciudad de Varshets” recientemente han sido plantados nuevos árboles y la zona deportiva ha sido renovada por completo. Hay también zonas separadas para el descanso y carriles bici. Se ha pensado asimismo en las personas que no tienen bicicleta propia: todo quien desee conducir por los paseos del parque puede alquilar una en el Centro de Información Turística de Varshets.

De la zona central del parque parten rutas ecológicas señalizadas tanto para los aficionados a los paseos cortos como para los turistas. Un sendero conduce a Ivanchova poliana, en español la Pradera de Ivancho, a sólo 10 minutos del centro de la población. La pradera está en el punto más alto del parque, y lo conecta con los bosques centenarios de la montaña Koznitsa que forma parte de la porción occidental de la Cordillera de los Balcanes. La zona es conocida desde principios del siglo XX cuando en ella se organizaban fiestas de baile y francachelas juveniles.



Actualmente, la pradera se ha convertido en un lugar con zonas de recreo y picnic al aire libre en medio de la naturaleza, pérgolas de madera y tumbonas para tomar el sol. En el parque empieza también un sendero ecológico que lleva a la cascada en el paraje de Zanozhene, a 3 kilómetros de los baños minerales. El camino atraviesa prados y bosques de hayas y pinos, a sólo 30 minutos de Varshets.



Además, a unos 7 kilómetros de la villa hay otra ruta que lleva al paraje de Bialata Voda (el Agua Blanca) y un albergue serrano del mismo nombre. Y para los turistas más experimentados, está el sendero hacía el pico Todorini Kukli (Las muñecas de Todora).

Los amantes de los tranquilos paseos nocturnos por la ciudad pueden darse un garbeo por el amplio “Paseo de los Plátanos”, una zona peatonal de dos kilómetros de largo situada en la parte central de Varshets. Los árboles que forman el hermoso túnel del centro de la ciudad al barrio de Zanozhene son casi centenarios. Es un lugar tradicional de paseos de los enamorados, ya desde tiempos pasados. La avenida está flanqueada por ambos lados por algunas de las residencias veraniegas más bonitas de la localidad, construidas a principios del siglo XX, que llevan nombres de flor como “Rosa”, “Nomeolvides” y “Hortensia”. En ellas se han hospedado grandes artistas nacionales como el patriarca de la literatura búlgara Iván Vazov o la afamada poetisa, Dora Gabe.

También en Varshets en 1924 fue construido el primer casino búlgaro. Se encuentra junto a los dos baños termales y ostenta casi el mismo estilo arquitectónico. Fue electrificado en los años 30, cuando Varshets estaba en su apogeo como balneario y atraía no sólo a los búlgaros más adinerados, sino también a muchos extranjeros. Lo visitaba tambien el príncipe Kiril. El hijo del zar Fernando I y hermano del zar Boris III a menudo jugaba en el Casino, por lo cual hasta hoy en día a éste se le suele llamar Tsarskoto Casino, o sea, El Casino Real. En 1938 albergó el primer concurso de belleza “Miss Varshets”. 

Cada año, desde finales del mes de julio hasta mitades de agosto, los vecinos de Varshets celebran la fiesta tradicional de este centro balneario, del agua mineral y de la Cordillera de los Balcanes, que rinde homenaje a los manantiales de agua mineral y los recursos naturales.



A lo largo de unas semanas en la ciudad se organizan una serie de eventos para adultos y niños, conciertos de rock y folclóricos, Paseo de las Artesanías, sesión de pintura al aire libre con la participación de artistas de la región, torneos de fútbol y voleibol, competición de orientación deportiva, etc. Este año en el marco de las celebraciones tendrá lugar el Festival Folclórico “Los Balcanes cantan”.

Version en español por Marta Ros
Fotos: varshets.bg