Recientemente, los aficionados de corta edad ganaron una medalla de oro de la séptima edición del Concurso Nacional de Música y Danza Canta el pajarito, dedicado a la inolvidable cantante folklórica búlgara Nadka Karadzhova. A principios de diciembre, los discípulos de la coreógrafa Milena Velínova y el compositor Marek Dyakov culminaron con un diploma su participación en el XVI Concurso Concierto Benéfico Folklore Búlgaro, y siguen haciendo las delicias del público con sus actuaciones.
El folklore me abrió los ojos a la belleza y el corazón a la alegría –dice Andrea Fílipova, estudiante de quinto gradode primaria– . El Conjunto de Danza Búdniche me lleva a un viaje a las raíces y las tradiciones de nuestro pueblo, me recuerda que cada búlgaro debe sentirse orgulloso de su estirpe y su patria. Aquí encontré muchos amigos, diversión y alegría, y la sensación de salir al escenario con un traje típico búlgaro es genial. Cuando comienzan los aplausos siento emoción y enorme felicidad. Al principio, mi mamá me inscribió en broma a bailar danzas folklóricas pero terminó gustándome y ya llevo varios años en ello. En casa todos están muy contentos porque aprendo muchas danzas tradicionales interesantes.
Víctor Nikoláev tiene 12 años. Él también comparte cómo se entusiasmó por el folklore:
El folklore fue para mi un gran desafío. Ingresé en Búdniche siendo todavía muy pequeño porque me gustó la forma en que en el círculo infantil nos explicaron cómo es el Conjunto. Hice muchas amistades y me siento muy bien. Mi hermana, Daria, casi desde bebé asiste a mis conciertos, y a partir de este año ya baila en el Conjunto.
Dedicarse al folklore permite a Jana Aulf, de sexto grado de primaria, a comprender mejor el mundo.
El folklore nos enseña muchos proverbios que nos ayudan en la vida cotidiana –dice– . En Búdniche aprendí a bailar bien, así como a entender la música, contar los compases. Cada una de las danzas expresa sentimientos y estado de ánimo.
Pese a sus escasos 11 años, Victoria Jadzhíeva es una de las “veteranas” del Conjunto. A su respecto comenta lo siguiente:
En Búdniche tenemos danzas de varias regiones folklóricas. Me gustan todas y me agrada bailarlas. Desde muy pequeña me gusta intrepretar bailes tradicionales búlgaros. Además, me encanta cantar. La danza es mi verdadera pasión, me hace sentirme realmente feliz.
Las danzas búlgaras son una parte importante de la vida cotidiana de los pequeños danzadores. Aparte de aprender sobre las costumbres y tradiciones búlgaras, sobre las regiones folklóricas y las danzas, los trajes y las canciones características de cada una de ellas, las reuniones en la sala de ensayos son entretenidas y se crean amistades para toda la vida.
La emoción en el escenario es excepcional, los ánimos están muy altos, afirma Victoria Borísova de quinto de primaria, que es miembro del Conjunto Búdniche desde la tierna edad de cinco años.
Sólo de escuchar una canción folklórica, mi corazón empieza a bailar –dice Konstantín Zajariev, un niño de 10 años– . Búdniche me enriquece con la cultura y los amigos. Participamos en festivales, y la sensación de salir al escenario no se puede comparar con nada; los focos brillan y el público nos mira. Para mí el folklore son las canciones tradicionales búlgaras, la música, los trajes folklóricos y mucho, pero mucho buen humor.
Y para terminar, el saludo festivo del talismán de Búdniche, Daria, de cinco años: ¡Feliz Nochebuena y próspera Navidad a todos!
Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Archivo personal
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