El santuario tracio de Begliktash se encuentra a 5 km de la ciudad de Primorsko. Este es tan sólo uno de los muchos lugares de interés de la zona. En los alrededores pueden verse numerosos dólmenes bien conservados que se asocian a los rituales funerarios de las tribus tracias. De hecho, estas tumbas datan de la etapa temprana de la Edad de Hierro (siglos IX-VIII a.C.), mientras que los megalitos de Begliktash son al menos 6 siglos más antiguos: estos datan supuestamente de la Edad de Bronce.
"Lo importante es que todos estos hallazgos, que pueden ser visitados incluso ahora, atestiguan una excepcional concentración de vida en tierras búlgaras, en la época en que se hicieron los dólmenes", afirma Daniel Pantov, director del Museo Histórico de Primorsko. Pantov comparte también la importante noticia de que muy pronto, ya desde este otoño, comenzarán las primeras investigaciones arqueológicas a gran escala en la zona de Primorsko. Las expectativas de los científicos son muy altas, ya que nadie ha emprendido hasta ahora unas excavaciones de semejante magnitud en los yacimientos de este complejo megalítico.
"El año pasado hicimos unos cálculos muy interesantes basados en cómo están situadas las propias piedras, los megalitos. Esto nos proporcionó puntos de referencia muy curiosos y precisos, que demuestran que este lugar se utilizaba como observatorio", comenta Daniel Pantov, y continúa:
“Por desgracia, sabemos muy poco acerca de este santuario tracio. Fueron realizadas varias investigaciones a principios del siglo XXI, pero de manera muy superficial. Se limpiaron las canaletas de piedra, pero no se realizó ninguna investigación arqueológica específica. Es necesario penetrar en profundidad, establecer las capas culturales, ver cuándo comenzó su funcionamiento”.
“En definitiva, están por llegar muchas cosas interesantes, una vez los arqueólogos pisen Begliktash. El objetivo será comprender cuál era la función del lugar. Gracias a las anteriores excavaciones sabemos que se trataba de un santuario y conocemos una datación provisional - la Edad de Bronce tardía, es decir, en torno al siglo XV a.C. Esto significa que el lugar funcionó como santuario poco después de los primeros siglos d.C. Si iniciamos una investigación sistemática, estudiaremos los sectores donde se ubicaban los diferentes edificios con fines de culto”, explica Daniel Pantov.
El Museo Histórico de Primorsko, la casa dolmen Zmeyova, la bahía del cabo Maslen, o los restos de la basílica "Santa Paraskeva", son algunos de los muchos lugares que atraen la atención, especialmente la de los visitantes interesados en el turismo cultural. Y, puesto que en el museo de Primorsko se exponen unos fragmentos únicos de cerámica encontrados entre las grietas de las piedras de Begliktash, eso hace obligatoria la visita al propio yacimiento. Allí, entre las montañas, en medio del místico mundo de los megalitos, cobran vida en nuestra imaginación las imágenes de los rituales tracios en su antiguo santuario.
En Begliktash, uno puede sentir de cerca el antiguo altar para sacrificios, ver la huella de la pisada de la Diosa Madre, sentarse en el trono de los chamanes o mirar a través de una grieta en la piedra que permitía ver con mayor claridad los objetos en el firmamento. Todo en Bengliktash parece estar dispuesto según los conocimientos y creencias de nuestros antepasados.
Pero uno no puede evitar preguntarse: ¿cuál es el poder que trajo y dispuso allí todas las piedras de esta manera? Aunque no todas las preguntas encuentran su respuesta, a los visitantes más curiosos les ayuda a comprender esta historia el escuchar las explicaciones de los guías turísticos que dan aquí charlas en diferentes idiomas.
¿Qué se siente al estar aquí todos los días de verano?, le preguntamos a la joven guía Elena Pavlova:
"Este era un lugar especial donde la gente acudía en determinados días del año, o siempre que tenían una ocasión para rezar a sus deidades. Tras varias investigaciones modernas, se ha descubierto que aquí el campo magnético es superior a lo habitual, lo que da la sensación de que hay una energía especialmente fuerte en este lugar. Dicen incluso que los helicópteros y los aviones de la base militar cercana evitan sobrevolar Begliktash, ya que sus radares suelen dar errores. Hay varias historias asociadas a este sitio. Por ejemplo, las mujeres jóvenes que, por una razón u otra, no podían tener hijos, venían aquí y se paraban descalzas en el escalón de la Diosa Madre. Pasado un tiempo, después de varias visitas repitiendo este ritual, por lo visto esas mismas mujeres regresaban con su propio niño en brazos".
Autor: Gergana Mancheva
Versión en español: Alena Markova
Fotos: museumprimorsko.bg, Facebook /Begliktash
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