Los hallazgos de las excavaciones arqueológicas del túmulo Kozareva Mogila, una población que data del V milenio a.C., causaron sensación en 2014, cuando fueron presentados por primera vez al público. Entre los exquisitos objetos hallados destacan amuletos elaborados con cráneos humanos, vasijas de arcilla y herramientas de cobre y sílex. Suscitaron el interés las placas de sílex - unas de las más grandes jamás descubiertas, que se utilizaban por los pueblos antiguos en su día a día. Ya en aquel entonces, el mundo científico valoró el túmulo Kozareva Mogila como uno de los yacimientos arqueológicos más valiosos que han sido descubiertos en Bulgaria. Las excavaciones arqueológicas continúan y cada año salen a la luz nuevas pruebas de la existencia de una civilización muy desarrollada en estas tierras.
Estas ilustran cómo, a partir de las diferentes labores domésticas, fue surgiendo la primera forma de comercio. En este sentido, la ubicación del túmulo era clave. Estaba situado en una antigua ruta comercial del mar Negro usada para el intercambio de importantes materias primas. En la actualidad, esta población está ubicada cerca de la ciudad de Kableshkovo, en la localidad costera de Burgas.
Las excavaciones comenzaron hace casi 30 años dirigidas por la Doc. Petya Georgieva, profesora de la Universidad de Sofía "Sv. Kliment Ohridski", junto a sus alumnos. El túmulo era un entorno muy útil para la práctica docente, ya que cada verano se añadía alguna nueva pieza a la colección de fragmentos de cerámica y herramientas de trabajo de hace 7 mil años. Y un dato curioso: durante las excavaciones de la necrópolis - la ciudad de los muertos - situada unos 400 metros del túmulo, se encontraron aún más cuencos de arcilla con una hábil ornamentación. Otra prueba de la creencia de los antiguos habitantes de estas tierras en la vida después de la muerte.
La aparición de la minería en esta época también se reflejó en la decoración de las piezas de cerámica de esta población prehistórica, donde se observa la decoración de grafito como imitación del brillo metálico. Esto confiere a los objetos una elegancia particular.
Pequeños ídolos y amuletos finamente elaborados, joyas de hueso, placas afiladas de sílex y cerámica grabada con la hoja de un punzón de cobre hablan del gusto estético y la sofisticación de la población del quinto milenio a.C., afirman los arqueólogos. "Los antiguos construían sus ciudades en el mismo sitio, sin hacer ningún barrido especial del terreno de antemano. Las casas que dejaban de ser aptas para su uso se demolían, se nivelaba el terreno y se construían casas nuevas encima", explica Nadezhda Stoykova, arqueóloga del Museo de Historia de Pomorie:
"De este modo, se produce una especie de 'efecto pastel' y, a lo largo de miles de años, las laderas de este lugar se han ido asentando y adoptando la forma de montículo, o túmulo. El túmulo de Kozareva Mogila se encuentra a 11 km de la ciudad turística de Pomorie. De mediados de agosto a mediados de septiembre, los visitantes pueden ver restos de antiguos hornos, viviendas y moradas de la antigua población local. Los hallazgos son principalmente piezas de cerámica y herramientas de piedra y sílex. El sílex se parte en placas afiladas que cortan como un cuchillo. También encontramos pequeñas figuritas o ídolos, elaboradas de hueso, de una belleza y un detalle extraordinarios.
También encontramos mucho simbolismo en las propias inscripciones talladas en la cerámica, a modo de decoración. Con un punzón fino, se dibujaban adornos en forma de cruz, o tipo esvástica, adornos en espiral y también figuras geométricas - triangulares, cuadradas, etc. Esto demuestra que esa gente gozaba de un mundo simbólico bastante desarrollado, de lo que deducimos que en tierras búlgaras, en el V milenio a.C., ya existía una civilización muy evolucionada. No hay hallazgos de oro en la zona, pero de la misma época data el tesoro calcolítico de la necrópolis de Varna, donde se encontraron más de 2 kg de oro en la tumba de un sacerdote".
Hasta el momento se han encontrado muy pocos objetos de cobre en los alrededores del túmulo de Kableshkovo: sólo dos pequeñas hachas y algunos punzones. Sin embargo, el número de vasijas de cerámica encontradas sugiere que su producción superaba con creces las necesidades de la población local. Entre los hallazgos más valiosos se encuentra un gran horno de cerámica encontrado en uno de los talleres, donde los antiguos también cocían piezas de cerámica de gran tamaño:
"La forma de este horno se asemeja al cuerpo de una jirafa con la parte inferior ensanchada, y la chimenea en la parte superior”, explica Nadezhda Stoykova ante Radio Bulgaria. “A partir de estos fragmentos encontrados, fue realizada una reconstrucción del antiguo horno. Desgraciadamente, en septiembre de 2022 hubo una tormenta muy fuerte que lo destruyó, por lo que toca volver a construirlo. Pero, aparte de eso, en el Museo de Historia de Pomorie podemos presumir de una Primera Sala completamente renovada dedicada íntegramente al yacimiento prehistórico del túmulo "Kozareva Mogila", comenta para terminar Nadezhda Stoykova.
Autor: Gergana Mancheva
Versión en español: Alena Markova
Fotos: acebook.com/kozareva.mogila, Gergana Manhceva, Museo Histórico de Pomorie
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