“La situación financiera del país es crítica”, anunciaba hace unos días la nueva ministra de Finanzas, Temenuzhka Petkova. Así, las pocas buenas noticias en cuanto a la ralentización de la inflación (sobre una base interanual) y a la caída de las fronteras Schengen desde principios de año, están a punto de diluirse en las consecuencias de la crisis política que ha retrasado la votación del Presupuesto Estatal de 2025. El Gobierno recién elegido ha retirado el proyecto de presupuesto elaborado por el gabinete provisional y ha anunciado que presentaría una nueva propuesta antes del 14 de febrero. Mientras tanto deberá anunciar además las medidas de rescate para la Tesorería Estatal.

La cuestión del presupuesto, el nivel de gastos y la política de ingresos ha acalorado el debate entre el partido gobernante y la oposición. Los sindicalistas del Sindicato "Podkrepa" también están preocupados por el hecho de que "hay una falta de claridad en cuanto a los compromisos con la seguridad social obligatoria y los parámetros establecidos. Sigue siendo confusa también la política de ingresos". Según ellos, la fecha anunciada para la presentación del proyecto de presupuesto (14 de febrero) "crea condiciones de tensión, al ser un plazo insuficiente para familiarizarse a fondo y preparar opiniones bien argumentadas y, por tanto, aumenta la probabilidad de errores".

Los expertos del otro gran sindicato del país, la Confederación de Sindicatos Independientes de Bulgaria (KNSB), exigen una política salarial que conduzca a un aumento salarial mínimo del 10% y a un ritmo del aumento salarial a medio plazo garantizado, que equipare las condiciones de trabajo en Bulgaria con las del resto de Estados miembros.

Desde la KNSB ponen como condición que el presupuesto sea debatido y votado lo antes posible (6-7 semanas), por el hecho de que la actual Ley de Ingresos y Gastos para 2024 vence a finales del mes de marzo. “Hay una seria tensión en varios sistemas y es muy importante que el Gobierno muestre un razonamiento sensato enfocado al crecimiento salarial óptimo", explica el presidente de la KNSB, Plamen Dimitrov.

"Los plazos son muy ajustados, pero al final estas políticas son importantes. La política de ingresos puede ser garantizada, y que haya al menos un aumento del 10% para todos, además con carácter retroactivo desde el 1 de enero. Porque el salario mínimo ha subido un 15% desde principios de año - los salarios del sector privado han estado subiendo un 13-14% nominal cada año durante los últimos tres años. Y en el sector público los aumentos se sitúan entre el 8% y el 12%, es decir, que vamos retrasados. Así que, si no hay al menos un aumento del 10%, el sector público dejará de ser competitivo y lo más probable es que deje de haber gente para trabajar. Y nosotros queremos servicios de calidad, tanto en educación, como en sanidad y en actividades sociales. Es un deber del Gobierno el mantener los niveles salariales de los trabajadores que dependen de él, en consonancia con el mercado laboral y garantizar así la motivación de los trabajadores, para que esta se corresponda además con las expectativas de los ciudadanos en cuanto a la calidad de los servicios prestados.”

La KNSB informa de un aumento de los precios del 4,2% durante el año pasado en Bulgaria, basándose en su encuesta periódica sobre los precios al consumo de 20 bienes básicos y vitales.

Uno de los debates de principios de año en Bulgaria era el del precio del pan. Tras la supresión del tipo cero del IVA sobre el pan - introducido como medida económica durante la pandemia - y su vuelta al 20% desde el pasado 1 de enero, se ha producido un notable aumento del precio en casi todas las ciudades del país. "No obstante, el precio del pan subió casi un 4% en el tiempo en que estaba vigente el tipo cero", recuerda Plamen Dimitrov.

"La afirmación de que la reducción del IVA sobre un bien o servicio conlleva una reducción de los precios es totalmente falsa. Los sindicatos siempre hemos estado en contra de la reducción del IVA porque priva al presupuesto de los ingresos que, mediante unas políticas de gasto, deberían orientarse a apoyar a los productores individuales y a distintos bienes, o destinarse al ámbito social, a la sanidad y a la educación."

“Bulgaria sigue teniendo el nivel salarial más bajo en la Unión Europea. Al mismo tiempo, también tiene los precios al consumo más altos de bienes básicos y recursos domésticos, incluso en comparación con países cercanos a nosotros. Es preocupante el hecho de que los más pobres de Bulgaria continúan empobreciendo, más deprisa incluso”, advierten desde la KNSB. Quienes más perciben esta falta de recursos son los empleados que reciben un salario mínimo y los jubilados que reciben pensiones medias y bajas. Según las estimaciones del sindicato, los ingresos para el mantenimiento de una familia de tres miembros (los padres y un hijo) no deberían ser inferiores a 2.650 levas. Actualmente, esto es imposible si ambos progenitores tienen unos ingresos cercanos al salario mínimo, es decir, de aproximadamente 1077 levas. Los jubilados, con una pensión media de unos 800 levas, también se encuentran en una situación complicada.

Todos los precios han sufrido una subida desde principios de año - atestigua Anka Stoyanova, una jubilada residente en Sofía:

"Me llama la atención, por ejemplo, que todo lo que he comprado hoy en el mercado tiene un precio más alto en comparación con el año pasado. Mi pensión no es de las altas, está en un nivel medio, de momento me apaño con los gastos diarios. No dependo de la ayuda de mis hijos, me las arreglo sola. Probablemente haya otras razones, pero considero que los políticos son los principales culpables de la situación económica del país. Lo importante es que los jóvenes estén mejor, que sus ingresos aumenten. Ellos tienen que mantener a sus hijos y, por tanto, tienen más gastos. Nosotros, los jubilado, estamos acostumbrados a ser más modestos y apañárnoslas solos".

“Hay inflación, y los precios suben”, esta es la observación de Tanya Vasileva, vendedora en uno de los grandes mercados de Sofía:

“Con el dinero que saco de la mercancía que he vendido en una semana, no puedo comprar nada en el mercado al por mayor para reponer mercancía. Desde luego, la gente está preocupada, pero espero que, ahora que hay gobierno, las cosas se calmen”.

Autor: Gergana Mancheva

Versión en español: Alena Markova

Fotos: BTA, BGNES, BNR/Vidin