Rory Miller lleva más de quince años viviendo en Bulgaria. Durante ese tiempo, ha estado fabricando cerveza artesanal, trabajó como chef en varios restaurantes, fundó locales de comida rápida con menús vanguardistas y exploró a fondo la cocina tradicional búlgara.
Durante la pandemia de COVID-19, trabajó como voluntario en hospitales búlgaros. Más tarde, tras el estallido de la guerra, llevó ayuda humanitaria a Ucrania en repetidas ocasiones. En 2023 publicó el libro "A ojo: Aventuras culinarias en la aldea", donde relata sus viajes por los pueblos búlgaros, recopilando deliciosas recetas, conociendo a los lugareños y redescubriendo un estilo de vida que, en las ciudades, hace tiempo quedó en el olvido.
Al llegar a Bulgaria, Rory comenzó a fabricar cerveza artesanal para continuar con la tradición familiar iniciada por su padre en Estados Unidos.
"Estaba muy motivado para mostrar esta cerveza a otras personas, porque en aquel momento no había cerveza artesanal en Bulgaria. La gente se interesó por este producto y empezamos a formar un equipo para la primera empresa de cerveza artesanal del país. Es una industria que avanza lentamente. En Estados Unidos, el país tardó cuarenta años en desarrollar una cultura de consumo de cerveza artesanal. Es un proceso bastante difícil, sobre todo si no tienes respaldo financiero. Hice cerveza artesanal durante unos diez años, pero ahora es solo un pasatiempo."
Hace unos años, Rory se aventuróen un viaje culinario por los rincones más remotos del país. En su libro "A ojo", relata sus visitas a Negovanovtsi, Salash, Chelopek, Pavolche, Gorno Peshtene, Kabile, Voden y Dryanovo.
Entre las recetas incluidas en el libro figuran la salmuera de pollo, el prosenik, la calabaza rellena de carne, la sopa de salami, el repollo relleno, el kurban, el kachamak y muchas otras delicias tradicionales.
Rory decidió titular su libro "A ojo" después de escuchar a la gente de los pueblos utilizar frecuentemente esta expresión al añadir ingredientes a sus platos sin pesar ni medir. "Sin embargo, esto adquirió un significado más profundo cuando conocí la vida cotidiana de las personas en estos pueblos. Me di cuenta de que así deberíamos abordar todos los aspectos de la vida: el amor, el trabajo, la amistad. Todo debería hacerse con más corazón y alma, y con menos premeditación".
Pero, ¿cómo comenzó todo?
"Mi pasión por la cocina me llevó a participar en un proyecto de la “Residencia Abuela”. Esta organización recorría distintos pueblos de Bulgaria con el propósito de ayudar a los lugareños en diversas actividades. Era una forma de voluntariado, pero para mí, como extranjero que solo había vivido en Sofía y solo conocía la vida en la capital, fue una oportunidad maravillosa para explorar otras partes del país.
Al principio, viajamos al noroeste de Bulgaria, cerca de Vidin. Estuve en el pueblo de Negovanovtsi y pasé tres semanas con una familia. Mi objetivo era conocer a las personas con las que vivía. Los abuelos me contaron historias muy curiosas, y entonces se me ocurrió la idea de recopilar recetas interesantes para aprender más sobre la cocina búlgara, ya que no sabía mucho sobre ella.
En el proceso, conversando con la gente local, descubrí cuál es la verdadera Bulgaria. Es maravilloso comunicarse con las personas a través de la comida. Me llevó a lugares donde aprendí cómo es vivir de una manera más pausada, más honesta y más auténtica".
Durante sus viajes por nuestro país, Rory recopiló muchas recetas auténticas para incluirlas en su libro. Entre sus platos favoritos está el "hombre blanco" (belmouche), que tuvo la suerte de cocinar en el pueblo de Salash, en el noroeste de Bulgaria. En la aldea rodopina de Dryanovo descubrió otra de sus comidas preferidas: el kachamak de los Ródopes.
"Lo que todos estos platos tienen en común es que no tienen muy buena pinta, pero son increíblemente sabrosos", dice Rory.
En 2024 presentó su libro en Estados Unidos y Canadá. Esto es lo que nos cuenta sobre sus encuentros con la diáspora búlgara:
"Fue un gran viaje. Conseguimos organizar eventos en seis ciudades: Chicago, Nueva York y Seattle en Estados Unidos, y Toronto, Ottawa y Ontario en Canadá. Me sorprendió mucho la cantidad de personas que asistieron a la presentación del libro. No sabía que hubiera tantos búlgaros viviendo en esas ciudades.
Les interesaba conocer mi opinión sobre su país. Fue maravilloso conocer a muchos hijos de inmigrantes búlgaros que, por desgracia, no hablan búlgaro. Esto me motivó a hacer una versión en inglés del libro. Espero que pronto vea la luz para que la diáspora búlgara, no solo de estas ciudades, sino también de Estados Unidos, Canadá e Inglaterra, pueda acceder a éste."
A Rory también le gusta celebrar las fiestas y costumbres locales. "En los últimos años, además de escribir el libro, me han invitado a muchos lugares del país y he participado en todo tipo de actos y festivales. Es muy divertido y siempre lo pasamos bien. A lo largo de estos eventos, he vivido todo tipo de emociones. Siempre que tengo ocasión también disfruto algunas tradiciones americanas", termina Rory.
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