Una gran mayoría de los búlgaros asocian el Día Internacional del Trabajo con la época del socialismo y con aquellas grandiosas manifestaciones que la generación de una edad más avanzada recuerda muy bien. Sin embargo, la fiesta del Primero de Mayo tiene unas raíces mucho más profundas. Sus orígenes se remontan a las protestas obreras de Chicago en 1886, conocidas como la Rebelión de Haymarket, con las que los trabajadores industriales reivindicaban unos mayores derechos y, en particular, una jornada laboral de 8 horas.
Pero, más allá de los hechos enciclopédicos, pasemos a la "vida real", a descubrir concretamente cuál es la actitud de los búlgaros respecto al 1 de mayo.
Pese a que después del 10 de noviembre de 1989 esta fiesta perdió parte de su componente ideológico, hoy el Primero de Mayo sigue siendo fiesta oficial en Bulgaria. Este es un día libre en el que no trabajamos, y en el que a menudo optamos por hacer un viaje primaveral. ¿Conserva entonces el Día del Trabajo su valor simbólico? Y, ¿seguimos comprendiendo su significado?
"Los valores están muy devaluados vistos desde el punto de mira tradicional de esa persona obediente y trabajadora que se esforzaba de la mañana a la noche para ganarse el pan; esa idea murió hace mucho tiempo. Los jóvenes de hoy prefieren la libertad y el desapego", afirma el antropólogo social Haralan Alexandrov:
"El trabajo visto como una de las formas más elevadas de autoexpresión, tal como se consideraba en otros tiempos sin duda se ha devaluado. En la mayoría de las sociedades modernas esta idea ha ido cambiando, y el trabajo ya no es aquel modelo conductor y básico a través del cual el hombre habitaba el mundo. Las nuevas generaciones perciben su participación social con un registro de comportamiento muy diferente. Cosas como la autoexpresión artística, el éxito profesional, el desarrollo o la diversión se sitúan hoy muy por encima del trabajo. De todas formas, tampoco hay una negativa respecto al trabajo: este sigue considerándose formalmente un valor importante. Sólo que lo que la gente suele considerar un éxito hoy día es el prestigio obtenido, y no la contribución que está haciendo a la sociedad".
“Actualmente la escasez de personas cualificadas en el mercado laboral sitúa a los trabajadores en una posición mucho más ventajosa a la hora de negociar y de exigir unas mejores condiciones”, comenta el experto, y continúa explicando:
"Pero la cuestión es si son capaces de organizarse. Las instituciones sindicales son tradicionalmente fuertes principalmente en la administración pública. Aunque está claro que las condiciones de trabajo han mejorado notablemente. Los avances tecnológicos, sin embargo, están adelantándose a los avances humanos, y es probable que esto se intensifique a medida que el uso de la inteligencia artificial se vaya extendiendo, de lo que podría resultar que mucha gente perdiera su empleo", pronostica el investigador del comportamiento social. Además, aunque en general los búlgaros viven mejor que hace dos o tres décadas, seguimos tocando fondo en las listas de satisfacción vital y felicidad.
Y, mientras los mayores tratan de trabajar incluso después de jubilarse para poder hacer frente a los gastos familiares, los jóvenes búlgaros buscan una realización económica inmediata. Estas son las impresiones que comparte Iván Shishkov, ex ministro en funciones de Desarrollo Regional. Shishkov nos recuerda que el trabajo honesto es fundamental para cualquier sociedad. "Antes de poder trabajar con integridad, debemos obtener una educación. Hay que educar a nuestros hijos en que para triunfar deben trabajar duro y deben haber estudiado".
"Y es muy importante que, mientras eres joven, trabajes para poder desarrollar tus cualidades, y ya después pensar en cuánto vas a ganar. Esto también se aplica a la administración pública: los jóvenes que quieren dedicarse a la administración y ayudar realmente a su país tienen que saber que la administración no es tan tentadora económicamente, pero sí proporciona el tipo de conocimientos y cualidades que sirven para que un día puedas ser realmente útil tanto a la sociedad, como a ti mismo.”
Y la opinión de que los políticos no trabajan la defienden, quizás con razón, personas cuyo destino les ha llevado a lo más bajo de la escala social: a quedarse sin trabajo y sin hogar.
"¿Cómo podemos apreciar el Día del Trabajo cuando no conseguimos encontrar trabajo? Y cuando estamos viviendo en la calle. ¿Qué podemos hacer? La culpa es del Estado. Antes todos trabajaban. Y, ¿ahora qué? Todo el mundo te mira mal y te rehulle", se queja Nikolai, que vive en el centro de la capital, aunque, eso sí, vive en la calle. Nikolai sufrió un micro derrame cerebral pero ayudas del TELK, no recibió ninguna (TELK: “Comisiones Territoriales de Expertos Médicos”). Él dice tener ganas de trabajar.
Claro que, no todo el mundo se queja de las condiciones que ofrece el sistema:
"Todos los días son “Día del Trabajo” cuando trabajas duro. Y trabajar duro es darlo todo honestamente. Y, al final, cuando te vas de este mundo, no avergonzarte de lo que has hecho", comparte Emil, que trabaja en un frutería, un empleo que supone un trabajo físico considerable, y levantarse todos los días en las altas horas de la madrugada.
Los jóvenes también desean trabajar y ser independientes, nos dice Presian, que dentro de unos años completará su educación secundaria.
"Trabajo significa trabajar duro por algo. Y, en la mayoría de los casos, sueles esperar una recompensa por ese algo. Sí, estoy dispuesto a trabajar duro, me he orientado hacia el software y el hardware. Ahí hay pan, ahí es donde más futuro hay", considera el joven. Su compañero Anatoli, aunque tampoco trabaja aún, reflexiona así sobre el tema del trabajo:
"Yo entreno, pero se podría decir que el deporte también es un tipo de trabajo. Gracias al deporte se desarrollan cualidades que le pueden ayudar a uno más adelante en la vida. La disciplina".
El equipo de Radio Bulgaria les desea un Primero de Mayo estupendo, y un día libre aún mejor.
Autor: Iván Gergov
Versión en español: Alena Markova
Fotos: Reuters, apnews.com, BGNES, archivo, BNR
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