El manual de química no es una de las lecturas favoritas de la mayoría de los escolares. Sin embargo, la química se está convirtiendo en una afición para todos cuando participen directamente en los experimentos. A menudo, estudiantes universitarios y científicos imparten clases de química haciendo experimentos que entrañen peligro; como resultado ante los ojos de los niños aparecen disoluciones de diferentes colores, luces, acompañados de ruidos divertidos y un poco de humo. Y todo esto en el nombre de la ciencia y su futuro.
Este octubre, el lugar donde hasta los principiantes podrán incorporarse a realizar experimentos de química es el Museo La Tierra y el Hombre de Sofía, que acoge un Laboratorio infantil de química aplicada. Lo visitan principalmente estudiantes de primaria y secundaria, y los que enseñan experimentos interesantes, con el objetivo de mostrar el lado más apasionante de la química, son estudiantes universitarios que han cosechado éxito en concursos internacionales de ciencias naturales.
Vladimir Mílov estudia Medicina en la Universidad de Sofía y es uno de los adeptos de la idea de la ciencia popular. Prepara con mucho cuidado sus matraces y tubos de ensayos para no cometer ningún error a la hora de presentar sus experimentos ante sus jóvenes amigos. Vladimir comparte sus observaciones sobre la interacción de los jóvenes y la ciencia:
La gente debería empezar a estudiar química y biología desde temprana edad. He notado que en la secundaria y en la preuniversitaria éstas son las asignaturas más difíciles. Si empiezan a estudiarse antes, a los alumnos les será más fácil seguir adelante y asimilar el material impartido de mejor manera. Sería bueno hacer más sesiones prácticas y experimentos interesantes. Nosotros demostramos movimientos de líquidos, sustancias de diferentes colores que resultan muy interesantes para los más pequeños. No hacemos experimentos acompañados de estampidos porque nuestro programa es para a los más pequeños. Además, en la biología y la medicina no es bueno que haya muchas detonaciones. Demostramos ejercicios que se pueden hacer también en casa de modo que los niños puedan aprender divirtiéndose. Uno de los secretos que revelamos a los alumnos es cómo determinar solos la cantidad de la vitamina C en su comida.
Más audaz a la hora de demostrar experimentos de su ciencia favorita, la química, es Martín Nedyálkov. Sus pruebas siempre provocan emociones y admiración entre los alumnos mayores que ya se han “sumergido” en las aguas profundas de la ciencia. Martín estudia Química y Farmacia y desde hace cuatro años forma parte del Cuerpo de rápido detonar universitario. Sobre su experiencia como integrante de la organización estudiantil de demostraciones científicas refiere lo siguiente:
Todos los estudiantes universitarios pueden incorporarse al Cuerpo de rápido detonar. El nombre proviene de las actividades a las que se dedica: detonaciones de diferente índole, llamas de fuego de colores, disoluciones y compuestos coloreados. A la gente le gustan los experimentos más llamativos, disfrutan de los efectos luminosos, resultado de algunas reacciones químicas pero lo que más les gusta son los estampidos. Generalmente, la idea del Cuerpo es popularizar la química y enseñar a los niños y a sus padres que ésta no es una ciencia aburrida sino atractiva, divertida y que puede ser muy apasionante. Con el proyecto que hemos llamado El laboratorio móvil recorremos todo el país. Hemos tenido charlas en Sofía, Varna, Burgas, Kozloduy, Gábrovo, etc. En todas partes nos reciben muy bien y disfrutan con lo que estamos haciendo. Llevamos todo lo necesario, incluso equipos de protección, como guantes y lentes para todos nuestros amigos. Hemos organizado 5 o 6 experimentos dándole a cada uno la oportunidad de repetir y sentir la pasión de la química. Lo más agradable e interesante es cuando haces solo un experimento con tus propias manos. A mí personalmente me gusta provocar estampidos. El resultado son cosas muy curiosas que, sin embargo, pueden ser peligrosas. Por eso hay que conocer bien las propiedades de las sustancias y los compuestos. Incluso una cantidad muy pequeña de otra sustancia puede cambiar de forma rápida la reacción provocando un accidente. En esto consiste mi tarea: tener precaución y proteger al público de incidentes durante la presentación. Con todo, uno de mis compuestos favoritos es el agua. No hay nada como ella en la naturaleza porque muestra muchas anomalías. Todavía es muy pronto conocer todo su secreto; el agua sigue siendo objeto de investigaciones científicas.
Versión en español por Svetoslava Slávcheva
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