Igual que en muchos otros lugares por el mundo también en Albania el búlgaro se enseña a nivel académico. El lectorado búlgaro ya es parte de la Cátedra de Lenguas Eslavas y Balcánicas de la Facultad de Enseñanza Extranjera en la Universidad de Tirana y desde hace unos años imparte clases de búlgaro, literatura y cultura el Prof. Raki Belo. Él pertenece a la minoría nacional búlgara. Es de la aldea de Vrabnik, el punto más oriental de Albania. Se ha graduado en filología búlgara en la Universidad de Blagoevgrad y es parte del conjunto académico de la Universidad de Veliko Tarnovo. Para el Prof. Raki Belo la enseñanza del búlgaro en Albania es una vocación y un reto.
“El idioma búlgaro aquí es una disciplina optativa y se estudia durante 4 semestres, explica en entrevista para Radio Bulgaria. El lectorado existe desde hace varios años, antes de la época del socialismo. Los universitarios estudian el búlgaro, pero durante las clases los familiarizamos con la literatura y con la historia de Bulgaria. Predominan los estudiantes de origen albanes y muchas veces se muestran interesados en el idioma jóvenes de otros países que vienen en el marco de distintos programas europeos como es Erasmus. Hay estudiantes albaneses de origen búlgaro de las regiones históricas y geográficas donde hay compacta población búlgara: Gora, Golo Bardo, Mala Prespa”.
Los universitarios que estudian el búlgaro encuentran realización profesional en los ámbitos del turismo, la ciencia y la administración pública. Desde hace 4 años cobra popularidad la escuela de verano de búlgaro que se organiza con la cooperación de la Universidad de Veliko Tarnovo en Bulgaria.
“Ya que las clases de búlgaro en la facultad son insuficientes, en julio, durante casi todo el mes ofrecemos perfeccionamientos de los conocimientos sobre el idioma y la cultura de Bulgaria”, continúa el Prof. Belo. Los deseosos se matriculan y durante varias semanas aprenden el idioma búlgaro y parte de la literatura y la historia de Bulgaria”.
Durante la escuela de verano se organizan seminarios sobre terreno. Por ejemplo, durante el año pasado, los participantes en la iniciativa que visitaron la ciudad histórica Berat que guarda varios artefactos relacionados con la historia de Bulgaria. Berat era una parte indisoluble del Primero y el Segundo Reino Búlgaro y hoy es una ciudad-museo, que en 2008 fue incluida en la Lista del patrimonio cultural y natural de la UNESCO.
“El nombre de Berat viene del búlgaro y significa “ciudad blanca”, cuenta Raki Belo. Allí se guardan las santas reliquias de los alumnos de los santos hermanos Cirilo y Metodio, los santos Gorazdo y Anguelario. Aparte de esto, en una iglesia que se encuentra en la fortaleza de Berat, que funciona como museo hoy en día, se conservan iconos medievales de todas las iglesias en Albania. Entre éstos hay uno original de los Siete Santos Letrados, obra del iconógrafo Onufrio”.
“Los albaneses son tolerantes y todas las minorías tienen derechos iguales, incluida la búlgara. Aquí nadie te prohíbe hablar en búlgaro, manifestar públicamente que eres búlgaro. Todo lo contrario, nosotros como una minoría tenemos el derecho a estudiar el búlgaro y por esto tenemos escuelas dominicales en Tirana, Elbasan, Corca, Duras, entre otras ciudades que serán abiertas en el futuro. La escuela en Tirana funciona desde 2015”.
En la capital podemos ver familias búlgaras de todas partes de Albania ya que somos una población local que se ha formado a lo largo de la historia: igual que los búlgaros en Bulgaria. En Tirana tenemos familias de todas estas regiones donde hay población búlgara, en Gora en la parte noreste de Albania, en Golo Bardo en la parte norte del país y en Corca, al este. Todos envían a sus hijos a escuelas búlgaras”.
Fotos: Krasimir Martínov, Kostandina Belo, Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de Tirana
Traducido y publicado por Hristina Táseva
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